La empresa Aisoy Robotics de robots emocionales ubicada en el parque científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha sido una de las 19 finalistas en la 3º edición de los premios SEK Lab Awards, que están dirigios a empresas y emprendedores innovadores del sector de la educación, en ámbitos como son la robótica, las matemáticas y los idiomas.

El objetivo de estos premios es impulsar las mejores start-ups y emprendedores del sector de la educación desde la etapa infantil hasta llegar a la universitaria y mejorar la forma de aprender, tanto de manera presencial como mediante la realidad virtual, la gamificación o las plataformas e-learning.

El robot emocional Aisoy1 KiK ha despuntado entre los más de 40 proyectos que han participado desde diferentes partes del mundo como España, Rusia, Bulgaria o India, según han informado fuentes de la Universidad Miguel Hernández a través de un comunicado.

Los finalistas presentarán mañana en la capital de España los proyectos ante un jurado formado por expertos que elegirán a las 10 mejores iniciativas y los ganadores recibirán aceleración para su iniciativa empresarial, acceso a master class, participación en eventos, visibilidad en los medios de comunicación y asistencia a un Demo Day en la que podrán dar a conocer su proyecto ante más de 20 de inversores.

Aisoy Robotics es una empresa impulsada por José Manuel del Río y pionera en robótica emocional e inteligencia artificial.

En la actualidad, se encuentra en fase de definición del futuro del juego, la educación y la calidad de vida y se encarga de crear robots emocionales de entretenimiento que cambian la forma en la que las personas y, especialmente los niños, juegan, aprenden, descubren, disfrutan y mejoran su calidad de vida a lo largo de su día a día.

Aisoy1 Kik es una nueva generación de robots que cuenta con un revolucionario sistema emocional que adapta la estrategia de aprendizaje a todos los niños.

Este nuevo dispositivo incorpora un motor de diálogo y el revolucionario sistema "Mentor", que es capaz de detectar las inteligencias múltiples de cada niño y de estimularlas.

Esta nueva versión permite al dispositivo evolucionar según su propia experiencia vital y mantener pequeñas charlas con el usuario.

Además, es capaz de sentir emociones y expresarlas de forma similar a las personas: el comportamiento que el usuario tenga con él afecta a su estado anímico, así como a sus decisiones y a su forma de reaccionar.