El servicio de psicopedagogía en el colegio público de Las Bayas vuelve a funcionar. Siete meses después de que la psicopedagoga se marchara de baja, el centro, ayudado por la presión que han ejercido los padres y madres, ha recuperado el servicio que se vio interrumpido. No obstante, la Conselleria de Educación no ha cubierto el 100% del puesto. La persona asignada al colegio de Las Bayas visita el centro cada quince días, cuando antes el colegio contaba con este servicio dos días a la semana. Un recorte que no ha sentado nada bien a los padres y madres, ni a los sindicatos.

Esta situación se ha reproducido en otros centros de la Comunidad Valenciana, donde la Conselleria de Educación se ha tomado su tiempo para cubrir varias vacantes de profesorado de orientación educativa y profesorado de audición y lenguaje de los Servicios Psicopedagógicos Escolares (SPE). Concretamente, el Sindicat de Treballadores i Treballadors de l'Ensenyament del País Valencià- Intersindical Valenciana (STEPV) cifró hace unas semanas en 38 las plazas de psicopedagogo que la Conselleria de Educación aún no había cubierto en toda la Comunidad Valenciana, alguna de ellas para prestar servicios en colegios públicos de Elche.

La Administración autonómica se comprometió con los representantes sindicales a cubrir en breve las plazas, pero la solución que se ha adoptado en algunos casos conlleva una drástica reducción del servicio, como en el caso del colegio de Las Bayas, que ha pasado de tener a una profesional ocho días al mes, a razón de dos días a la semana, a tan sólo dos días cada mes, ya que visita el colegio cada quince días. Lo normal es que este tipo de profesionales trabajen en varios colegios.

Desde la Fapa Enric Valor, que ha recogido en las últimas semanas varias quejas por la merma de este servicio, subrayaron que, como algunos orientadores educativos llegan a atender tres, e incluso cuatro colegios, son muchos los centros que están viéndose afectados.

El colectivo de padres y madres indicó que «sufrimos esta situación tanto las familias como nuestros hijos, viéndonos perjudicados al no poder disfrutar de los resultados de las diversas funciones que tienen asignados los profesionales señalados», ya que, denunciaron, se ven limitadas parte de las iniciativas encaminadas a la prevención de dificultades, la promoción de acciones que faciliten el adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje y la propia intervención del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo. En definitiva, dijeron desde la Fapa Enric Valor, «no se garantiza una atención coherente a las diferencias individuales, dejando de lado los principios de equidad e inclusión educativa que tanto promulga la Conselleria de Educación».