Pese a que el servicio de Bomberos lo sufragan los Ayuntamientos que forman el Consorcio Provincial de Bomberos -todos a excepción de Alicante, que tiene su propio operativo-, el coste de sus actuaciones se carga a los ciudadanos que requieran sus servicios, aunque solo en los casos en los que se requiera su presencia a causa de una negligencia, acaba pagándolo el ciudadano. En este sentido, los incendios por quema de podas sin autorización o en el que el fuego se produzca por negligencia, junto con los accidentes deportivos en los que el rescate esté motivado por la temeridad de la víctima son los casos donde la actuación de los bomberos puede suponer un duro golpe para el bolsillo. Y la factura no es barata. Una actuación de dos bomberos, durante cerca de una hora, en un saneamiento de vivienda por desprendimiento de fachada puede suponer un desembolso de cerca de 400 euros. Un importe puede multiplicarse por diez en caso de un incendio industrial que requiera horas en su extinción.

Sin embargo, el jefe de bomberos del Parque Comarcal del Baix Vinalopó, José Soler, aclara que, en la inmensa mayoría de casos, son los seguros los que acaban asumiendo dichas cuantías. Tras cada actuación, se elabora un informe de las actuaciones, con el número de personas que interviene, el número de vehículos desplazados, el material utilizado, y el tiempo. En base a esa información el Consorcio, que depende de la Diputación de Alicante, requiere el pago a la persona o propietario del bien siniestrado, el pago de la factura a través de suma. Para hacerse una idea, por la intervención de un bombero se paga 16,21 euros por cada 30 minutos de intervención. Unos precios que van subiendo conforme aumenta la escala jerárquica del personal. Por la intervención de un sargento se desembolsa 20,53 euros, y por la de un técnico superior- el grado más alto en la plantilla-, 29,35 euros. Cada salida consta de la intervención de al menos dos personas. En este sentido, aunque el operativo desplazado sea mayor, tan solo se abonan los costes de las personas que intervienen finalmente en el suceso. Sin embargo, el precio del personal es lo menos costoso. La sola intervención del automóvil de jefatura supone un coste fijo de 36,66 euros más otros 10,63 por cada tramo de 30 minutos. Si lo que se necesita es un vehículo de altura, el fijo sube hasta los 208,31 euros, a lo que se suman 78,19 euros por tramos de media hora.

Estos precios se aplican en cuanto a incendios, hundimientos totales o parciales de edificios, ruinas, derribos, inundaciones o accidentes de tráficos. En el caso de salvamento de personas, solo si tiene lugar en zonas peligrosas, las personas rescatadas no llevaban el equipamiento adecuados -es el caso de las actividades deportivas-, o cuando se pida la intervención de los bomberos sin motivos justificados.

Exenciones

José Soler aclara que estas tasas son más disuasorias que recaudatorias, precisamente para evitar abusos e imprudencias. En este sentido, la ordenanza que regula estas tasas también prevé varias exenciones. La más importante es la de la gratuidad del servicio para unidades familiares que no superen los 22.000 euros, siempre que no haya una póliza de seguro que cubra la intervención. Tampoco pagan las entidades públicas, las ONG, o los servicios prestados en terrenos rústicos o forestales siempre que no estén destinados a su explotación económica.