El futuro de la industria ya está escrito. El paso de gigante que se está dando con la implantación de la industria 4.0, que está costando de asimilar más a las pequeñas y medianas empresas, no se va a quedar solo en la digitalización de los procesos productivos. Una vez que este avance sea una realidad, el siguiente paso será conseguir fábricas reconfigurables, industrias modulares, como si estuviesen formadas por piezas de Lego, con una conectividad del 100% que se adapten permanentemente a los productos que tengan que elaborar. Aquí, la personalización que marque el cliente ya no será, ni mucho menos, un impedimento.
El avance será efectivo para todos los sectores, y los que tienen más peso en la provincia se verán beneficiados por este nuevo paso, según indican los expertos. El calzado, el textil, el juguete o el metal son sectores productivos con un peso importante en la provincia en los que la digitalización abarata costes de producción y reduce a la mínima expresión el margen de error, apuntó el experto Óscar Lázaro, del Grupo Innovalia, que colabora con el departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la Universidad Miguel Hernández (UMH) en el proyecto Autoware (wireless, autonomous, reliable and resilient production operation architecture for cognitive manufacturing), que forma parte del programa Horizon 2020 de la Unión Europea.
Desde el campus de Elche insisten a las empresas en que industria 4.0 no es lo mismo que automatización. La automatización, explica el profesor de la UMH, Javier Gozalvez, es un proceso anterior a la digitalización que hace más flexibles los procesos manuales. Los robots ya están en las fábricas, y la incorporación de la industria 4.0 permite digitalizar un trabajo que hasta ahora se hacía de una forma totalmente manual.
La digitalización, que es la base de la industria 4.0, permite advertir los defectos del producto antes de hacerlo y ver cómo queda antes de enviarlo al proceso de fabricación. En sectores como el del calzado se ve claramente con la incorporación de la impresión en 3D y la realidad aumentada.
La duda que deben plantearse los empresarios acerca de la industria 4.0 no debe ser si sumarse o no a este avance, apuntan diferentes investigadores universitarios, que sostienen que la única duda posible en torno a este tema es sobre cuándo se sumarán a esta nueva revolución industrial, que, como reconocen desde las propias patronales, está costando implantar en las pequeñas y medianas empresas, donde los recursos son más limitados.
En este sentido, desde la Universidad se reivindica más apoyo por parte de la Administración, con programas específicos que acompañen a las empresas, financiando la incorporación de la industria 4.0. En el sector de los componentes del calzado la patronal, la Asociación Española de Empresas de Componentes para el Calzado (AEC), ha conseguido el apoyo de la Generalitat Valenciana para desarrollar un programa específico para acompañar a las empresas en la implantación de las nuevas tecnologías.
Otro aspecto a tener en cuenta para favorecer la implantación de la industria 4.0 es la necesidad de formar a las plantillas. No se trata de que la tecnología elimine la mano de obra, sino que ésta tenga la cualificación necesaria para poder manejar los nuevos procesos productivos. Por ello se recomienda el reciclaje de las plantillas actuales, en tanto que llegan las nuevas generaciones que ya son consideradas como nativas digitales. Este avance precisa de un perfil más tecnológico capaz de trabajar el procesado y la información digital.
Avance
El profesor Javier Gozalvez, que también es presidente de la sociedad científica internacional IEEE Vehicular Technology Society, indica que la digitalización ha llegado a los usuarios antes que a la fabricación, y que el proceso que están viviendo ahora las empresas es el mismo que ya ha pasado la sociedad, que camina hacia un mundo en el que todo va a estar conectado. De ahí que los cambios se antojen más complicados para los trabajadores de mayor edad.
En España el sector industrial que está a la cabeza en cuanto a la implantación de la industria 4.0 es el de la automoción, pero el resto de sectores, insisten los investigadores, puedan obtener muchos beneficios con su implantación.
