El dolor de cabeza que supone para la Policía Nacional el tener que asumir la custodia de los detenidos de la Policía Local no pasa solo por los problemas de espacio que podrían producirse al coincidir múltiples detenciones. El malestar desde la Comisaría viene porque, mientras que estos arrestados estén en sus instalaciones, cualquier percance o accidente es responsabilidad suya, pese a que los presos sean de una plantilla policial ajena.