Con 4.000 alumnos, la sede de Elche de la Universidad Nacional de Educación a Distancia arrancó oficialmente ayer el curso académico 2017-2018. Una cifra que iguala a la del curso pasado, y que consolida el volumen de alumnos que escogen el aulario de Elche para iniciar nuevos estudios o completar su formación académica a la vez que desempeñan otras labores, como destacó ayer la rectora honorífica Araceli Maciá. No obstante, la UNED ha prolongado el periodo de matrícula, que estará abierto hasta el 13 de noviembre.

Durante el acto académico, se despidió a un total de 175 alumnos de diferentes titulaciones y estudios que han finalizado su paso por la UNED tras alcanzar su objetivo. El director del centro de Elche de la UNED, José Pascual Ruiz, destacó que estos alumnos son «nuestra mayor recompensa».

Y es que, apuntó José Pascual Ruiz en su intervención, «la UNED facilita la realización de estudios universitarios a personas con obligaciones laborales y familiares, a personas con discapacidad para las que la UNED realiza un esfuerzo constante de adaptación personal y tecnológica». En este sentido, más de la mitad de las personas con diversidad funcional que cursan estudios universitarios en España escogen la UNED. Algo que es posible porque, como dijo Ruiz, «nuestra Universidad es una Universidad flexible con capacidad para adaptarse a las necesidades de todos nuestros alumnos».

En la UNED ayer se puso de manifiesto que una titulación es la apuesta más sensata para afrontar con garantías un mundo extremadamente convulso, competitivo y cambiante, por lo que se apuntó que «la mejora en la cualificación de las personas es la fuente fundamental del progreso económico y del bienestar».

Este curso la UNED imparte 28 títulos de grado, 11 grados combinados, el curso de acceso para mayores de 25, 40 y 45 años, 78 másteres, 19 programas de doctorado, 14 cursos de idiomas, y el curso de la Universidad Abierta para mayores de 55 años.

Como novedad, en este curso se imparte el Grado de Criminología, que se pone en marcha dentro de un proyecto colectivo y multidisciplinar en el que participan cinco facultades y una escuela técnica superior. El nuevo grado está estructurado en cuatro cursos, además de un prácticum que debe realizarse de forma presencial o virtual, y tres posibles itinerarios de especialización final.

El de Criminología es el primer grado que se pone en marcha en la UNED tras la extinción de las antiguas titulaciones de diplomatura y licenciatura, y tras la adaptación de todos los estudios al Espacio Europeo de Educación Superior.

Además de los tradicionales seminarios tecnológicos y de técnicas de estudio, destinados ambos a que los nuevos estudiantes conozcan el entorno, los recursos virtuales y las herramientas tecnológicas y de estudio del aprendizaje a distancia, la UNED ha programado este curso, en colaboración con el Colegio de Abogados de Elche, un seminario sobre «La tutela judicial de las cláusulas abusivas», que, anunció ayer el director de la UNED de Elche, tendrá lugar los días 16 y 17 de noviembre, en el que destacados catedráticos y magistrados especialistas en este sector del Derecho del Consumo suministrarán las herramientas necesarias para obtener el éxito en las demandas legítimas que se lleven a cabo y, con ello, la tutela de los legítimos derechos de crédito de los ciudadanos.

El alcalde de Elche, Carlos González, por su parte, mostró el respaldo municipal a la labor que desempeña la UNED en la provincia, y ratificó el apoyo económico que recibe del Ayuntamiento.

La apertura del curso en la UNED de Elche comenzó con la inauguración de una jardín seco. Una zona ubicada en las instalaciones de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Elche que se ha dedicado a la memoria de Miguel Hernández, en el 75 aniversario de su muerte.

La iniciativa para crear este espacio surgió del jardinero municipal Eusebio Mínguez, que transmitió la idea a su compañero y artista Manuel Gomariz, escultor y pintor. Gomariz ha interpretado este espacio en homenaje al poeta de Orihuela, instalando tres árboles secos pintados en color azul ultramar y 19 hojas gigantes que sugieren la noche y el frío. La grava blanca que cubre todo el jardín simboliza la luz y el calor. La obra está rematada por un tronco de pino centenario, en el que se han impreso la imagen de la esposa del poeta, Josefina Manresa, y el poema que Hernández le dedicó titulado «Otro otoño triste».