La reconstrucción mamaria es una de las fases de mayor impacto para las enfermas de este tipo de cáncer. Por eso, desde el Hospital General de Elche se trabaja para impulsar las reconstrucciones a través de la propia grasa y de tejidos de la paciente, en sustitución de las reconstrucciones con prótesis. Una técnica más natural, que reduce los rechazos de los implantes y que, en los casos más graves, se convierte casi en la única alternativa posible. Así lo explica el jefe de sección de Cirugía Plástica del Hospital General de Elche, Francisco Solesio. De las más de 330 operaciones que el servicio realizó el último año, más del 80% son precisamente reconstrucciones mamarias.

Las pacientes reclaman cada vez más esta nueva técnica, aunque la decisión final se toma según criterios médicos. «Consiste en extraer la grasa y los tejidos de la propia mujer, como si fuera una liposucción. Luego se prepara y se inserta. Esto permite mejorar la textura del tejido y hace que el proceso tenga menos complicaciones», explica el doctor. A veces también se extraen colgajos y tejidos de la mujer, para ayudar a la reconstrucción.

Esta operación se realiza, generalmente, con posterioridad a la de extirpación del pecho, ya que en muy pocos casos es posible realizarla durante la misma intervención. Como recuerda la presidenta de la Asociación de Mujeres Afectadas por el Cáncer de Mama de Elche y Comarca (AMACMEC), «la reconstrucción del pecho es importantísima para la mujer, a nivel psicológico, y tiene un papel fundamental en su recuperación anímica». Por tanto, reivindican que esta técnica, como se está impulsando desde el Hospital General, se estandarice, para reducir el rechazo del cuerpo a las prótesis, realizarlo de forma más natural y que la mujer pueda sentir que forma parte de su cuerpo.

En cuanto a prótesis, el doctor Solesio apunta a que «por suerte, el equipo médico siempre hemos podido elegir la que considerábamos que era de mejor calidad para la paciente, aunque fueran las más caras. Nunca nos han puesto limitaciones en ese sentido desde la dirección». Así lanza un mensaje de tranquilidad a las pacientes tras la polémica que se desató hace algunos años cuando unos lotes salieron defectuosos y obligó a muchas mujeres -la mayoría usadas para aumentos de pecho voluntarios-, a que se las retiraran al tratarse de un problema de salud. Hoy en día ya apenas se realizan intervenciones por esa causa, por lo que se trató de un problema muy puntual en el que el centro ilicitano fue el referente para estos casos en buena parte de la provincia.

El servicio de Cirugía General está creciendo a un ritmo de un 3% al año, y la espera para operarse desde que se extirpa el pecho, ronda el poco más de un año. El hecho de que haya tres cirujanos también ha contribuido a que el servicio pueda ir creciendo, para igualarse a la demanda sanitaria de la ciudad.