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Madrinas contra el cáncer

La AMACMEC cuenta con un programa de acompañamiento de «veteranas» a las recién diagnosticadas

Sesión de yoga, ayer por la mañana, una de las distintas actividades que ofrece Amacmec. ANTONIO AMORÓS

«Muchas mujeres no vienen aquí, no se apuntan porque piensan que van a salir peor, que verán llantos, alopecia, cicatrices y se van a deprimir. Aquí, si hace falta llorar, se llora. Pero sobre todo aquí se ríe». De esta manera Consuelo García, presidenta de la Asociación de Mujeres Afectadas por Cáncer de Mama de Elche y Comarca (Amacmec), trata de vencer la resistencia de aquellas mujeres afectadas por esta patología que todavía, por vergüenza, culpabilidad o la razón que sea, no se han decidido a tocar el timbre de esta sede (calle Olegario Domarco Seller, 93) donde sobre todo se van a sentir reconfortadas y descubrirán una nueva familia.

Ayer por ejemplo, un grupo de socias, todas afectadas por el cáncer de mama, disfrutaban de una clase de yoga, mientras que por la tarde participaban en una rueda de socias para hablar de todo tipo de temas, todo ello con la posibilidad de ser atendidas por la dos psicólogas y las dos fisioterapeutas que pone a disposición esta asociación por tan solo una cuota de 30 euros al año.

Además, desde el año pasado se puso en marcha un programa de «amadrinamiento», pensando sobre todo en aquellas mujeres recién llegadas que no quieren hablar con mucha gente, pero que necesitan a alguien, que no sea de su familia o su entorno, y que las acompañe a una cita con el oncólogo, a terapia o simplemente a tomar un café para soltar lo que llevan dentro.

«Somos como ocho madrinas y cada una tenemos como a cuatro o cinco ahijadas. Nos reunimos individualmente con ellas cuando nos necesitan, donde ellas quieren, y las acompañamos», relata Silvia Sánchez, que padeció un tumor hace tres años y sabe perfectamente cómo de perdida está una mujer a la que se lo acaban de diagnosticar.

«Al principio, no lo aceptas, tienes rabia y te preguntas por qué te ha tocado a ti. Pero con el tiempo lo vas asimilando y capeando el temporal», señala Silvia, quien destaca sobre todo que Amacmec «es un sitio que está lleno de vida» y que las personas a las que les ha llegado por sorpresa un cáncer encuentran aquí a otras personas que han pasado por lo mismo y que han continuado con su vida.

Tres armas

Las recién llegadas vienen a encontrar aquí respuestas a sus múltiples preguntas, aparte de lo que le expliquen los profesionales, y preguntan lo que no se atreven a formular, por ejemplo, a su oncólogo. «Nos sentimos muy en confianza, seguras aquí al saber que otras mujeres que han pasado por lo mismo te comprenden perfectamente», apunta la presidenta, quien señala que la sociedad tiene tres armas frente a esta plaga: prevención con un estilo de vida saludable, detección precoz, e investigación. El pasado año Amacmec destinó 9.500 euros a un programa en el que participan más de cien hospitales sobre cómo la actividad física contribuye a reducir los tumores y ayudar a evitar recaídas.

«Nuestras ahijadas tienen un referente que somos nosotras, que ya lo hemos pasado, y se sienten apoyadas y atendidas», continúa Silvia.

Las que venzan el miedo a acercarse hasta aquí deben saber por ejemplo que las primera consultas con las psicólogas son gratuitas. Una de ellas, María José Lucas, señala que el grueso de las afectadas está entre 50 y 60 años y destaca que cada vez hay más sensibilidad, entre otras cosas, para hacerse las mamografías de cribado.

Insiste, además, en que este espacio «las mujeres tienen permiso para derrumbarse, y eso no significa que dejen de ser fuertes». Y es que la angustia y la preocupación atenaza a muchas, frente a tener la oportunidad de expresarse.

«En el primer contacto te das cuenta de que llevan una mochila muy grande de sensaciones negativas, y que tienen una inquietud de hablar, de ventilar y preguntan si van a sobrevivir», relata la psicóloga, quien indica que la atención psicológica debe ser vista como una parte más de la atención integral. «Hay que perder el miedo a acudir a un psicólogo porque te puede ayudar y orientar a encajar todo el proceso», agrega. Mañana se celebra el Día Internacional del Cáncer de Mama y Amacmec, a punto de cumplir 20 años, espera con los brazos abiertos a todas aquellas mujeres y familias afectadas que buscan respuestas.

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