Cinco personas perdían la vida el pasado lunes en un accidente en la A-7. El camión, cuyo conductor dio positivo en consumo de drogas, chocó con varios coches. Algunos de ellos pertenecían a un grupo de amigos que volvían a Elche después de pasar unos días en Almería. Cuatro de las cinco víctimas eran de Elche, todas de la misma familia. Además, el accidente dejó otros dos heridos graves, que se recuperan en un hospital murciano. El destino de estos dos heridos, amigos de los fallecidos, vino marcado por el hecho de que su coche salió volando y dio vueltas de campana tras ser embestido por el camión, lo que les salvó de morir aplastados, según aseguraron sus familiares.

Desde que la Policía Local de Elche confirmó a primera hora de la mañana del martes que los cuatro fallecidos eran ilicitanos y de una misma familia, las muestras de afecto y solidaridad no dejaron de sucederse. El Ayuntamiento expresó poco después, incluso durante un pleno extraordinario, sus condolencias por lo sucedido sumándose así la Corporación al dolor de toda la familia.

Más multitudinario fue el entierro en el tanatorio de Carrús el miércoles. Centenares de personas dejaron pequeña la capilla del tanatorio. Dos sacerdotes oficiaron el acto fúnebre para despedir a José Vicente Maciá y a su hija Elena, a su cuñada Fini Belmonte y a la hija de ésta, Laura. Sobre los féretros reposaban fotografías de los difuntos, así como dos peluches en recuerdo de las menores.