Santa Pola se vistió ayer de luto. Borja Aybar, el piloto que había perdido la vida al estrellarse con su avión Eurofighter cerca de la base de Los Llanos, en Albacete, cuando regresaba de participar en el desfile militar del 12 de octubre en Madrid, había vivido en la villa marinera desde que tenía doce años. Allí fue donde su familia recaló entonces procedente de Puertollano, en Ciudad Real, por motivos laborales, y allí permaneció hasta que ingresó en la Academia General del Aire de San Javier. De hecho, sus padres residían actualmente en la calle Caridad, cerca del colegio Virgen de Loreto, y hasta allí viajaba el capitán del Ejército del Aire fallecido cada vez que tenía permiso. La noticia, a medida que fue extendiéndose, sacudió Santa Pola.

Con 34 años, Borja Aybar era hijo único, estaba casado y tenía un bebé de cuatro meses. De hecho, parece ser que tanto su mujer como su hijo se encontraban en la base de Los Llanos cuando ocurrió el terrible accidente.

Aybar entró en la Academia General del Aire en 2005 y pertenecía a la 61 promoción, en la que quedó tercero. Es más, un compañero de Alicante que coincidió con el fallecido en la Academia de San Javier, y que ayer viajó a Los Llanos de urgencia nada más tener conocimiento del trágico accidente, subrayaba que precisamente Borja fue el primero de su promoción en pilotar un Eurofighter como en el que viajaba ayer en el momento del siniestro.

El capitán tenía acumuladas un total de 1.238 horas de vuelo, 681 horas en el Eurofighter y el resto en otros aviones. El joven estuvo destinado en el ALA 11 en Morón de la Frontera entre 2010 y 2013, en el ALA 14 situado en Albacete hasta 2015, en el ALA 23 con base en Talavera la Real hasta septiembre de este año, para regresar entonces al ALA 14. Este compañero alicantino, con la emoción precisamente a flor de piel, no tenía más que palabras de elogio para su amigo: «Era un gran profesional y mejor persona, valiente, con coraje y ambición, y un profesional espectacular con muy buen corazón», proclamó.

Mientras, la prima del militar muerto declaraba a Efe que Borja Aybar «siempre tuvo una gran ilusión por volar» y, precisamente con ese propósito, ingresó en el Ejército a los 18 años, «hasta convertirse en un experto piloto», según remarcó.

Los hechos tuvieron lugar cuando pasaban nueve minutos de las doce del mediodía de ayer. El capitán regresaba a su base aérea de Los Llanos pilotando su avión de combate Eurofighter, tras haber participado en Madrid en el desfile militar del 12 de octubre. Justo cuando el militar iniciaba la maniobra de aproximación para aterrizar, y por causas que se desconocen, se produjo el fatal desenlace, según indicaron desde el Ministerio de Defensa, que ya ha abierto una investigación para esclarecer las causas.

En cualquier caso, familiares creen, según confesaron a Efe, que el piloto no saltó del aparato, probablemente, para evitar una desgracia mayor, ya que el caza podría haberse dirigido hacia una zona con casas o población. En esta línea, consideraban que, si no había activado el mando para saltar del avión, fue para desviar la caída del aparato en la misma base de Los Llanos donde le esperaba mucha gente, incluida su mujer e hijo.

La alcaldesa de Santa Pola, Yolanda Seva, y el PP local mostraban por la tarde sus más sentidas condolencias a los familiares y amigos de Borja Aybar por la terrible pérdida. Yolanda Seva aplazó cualquier acto de homenaje a lo que se decida en la junta de gobierno local que se celebra hoy. No obstante, desde el Partido Popular, haciéndose eco de las demandas de familiares y amigos, según apostillaron, dejaron claro que presionarán para que el Ayuntamiento santapolero dedique un reconocimiento con los máximos honores al malogrado capitán Borja Aybar.