Extender la vida laboral hasta los 70 años debe llevar implícito actualizar las capacidades de los trabajadores, a través de formación obligatoria a los 50 años. Esta es una de las propuestas que se plantearon ayer en Elche durante el debate sobre el estado de las pensiones que organizó Gesem AV para analizar los retos de las jubilaciones en colaboración con Caser, la Federación de Asociaciones de Jóvenes Empresarios de la Provincia de Alicante (Jovempa), y la Universidad Miguel Hernández (UMH). El foro contó con la presencia de varios expertos que pusieron el acento en que las pensiones van a bajar en un futuro y que, para hacer frente a esta circunstancia, hay que adoptar medidas complementarias.

Entre las medidas planteadas ayer destacó la idea de prolongar la edad de jubilación hasta los 70. No obstante, el vicerrector de la UMH, Fernando Borrás, explicó que esta propuesta necesita implementar la educación obligatoria para adultos al objeto de lidiar con el desarrollo tecnológico y el envejecimiento de la sociedad. Borrás dijo que «los rápidos cambios tecnológicos y la cada vez más elevada edad de jubilación aumentan la necesidad de innovación en el campo de la formación».

Desde la UMH, tal y como explicó Borrás, se plantea un modelo a partir del planteamiento del excomisario europeo Poul Nielson y en pro de mantener competitivos a los trabajadores ante la prolongación de la edad de jubilación. Constaría de cinco etapas: la educación inicial de 0 a 25 años; experiencia profesional de 25 a 49 años; una actualización profesional obligatoria y remunerada entre los 50 y 51 años; y una última fase de experiencia profesional hasta los 70 años, ocurriendo a partir de esa edad la jubilación de la persona. Este planteamiento tendría como objetivo la actualización formativa del profesional ante una población cada vez más envejecida.

Y es que, según se apuntó ayer en el debate, las pensiones no quebrarán, pero irán descendiendo de cuantía, lo que hará necesario que se empiece a planificar con tiempo la jubilación.

Para el director general de Gesem Asesoramiento Financiero AV, Sergio Serrano, el sistema de pensiones no es sostenible tal y cómo está configurado en la actualidad, por lo que cada vez las pensiones serán menores y se alargará la edad de jubilación.

Esto se debe, entre otras cosas, a que la esperanza de vida en los últimos cien años se ha duplicado pasando de 40 a más de 80 años entre las mujeres. Así, en 2065 la esperanza de vida de los hombres será de 88,6 y de 91,7 para las mujeres. En paralelo a estas cifras, la tasa de natalidad se ha reducido de forma considerable. Los nuevos nacimientos no cubren la mortalidad y, si no fuera por la inmigración, la población disminuiría. Por tanto, la pirámide poblacional se está invirtiendo a pasos agigantados, teniendo cada vez más receptores de pensiones y por un periodo más largo, mientras que los contribuyentes al sistema de pensiones cada vez son menos.

A esta coyuntura se le suma que, a pesar de la mejoría del desempleo en los últimos años, el déficit de la Seguridad Social no consigue reducirse. Tal y como indicó Serrano, desde 2014 a 2017, los ingresos de la Seguridad Social crecen por encima del 2% mientras que el gasto sube a un ritmo cercano al 6%.

Ante este panorama, el director de operaciones de Caser Pensiones, Alfredo García, abordó ayer en Elche la importancia de concienciarse y tomar una decisión a una edad temprana, porque, «con el tiempo, el coste de garantizarse una pensión suficiente aumenta de forma acelerada hasta hacerse inviable».

El encuentro estuvo moderado por el conferencista motivacional Luis Galindo, quien reseñó que «la vida es maravillosa sino le tienes miedo a tu futuro» y que «la jubilación puede ser una etapa llena de vida si la preparamos con cabeza y con corazón».

Conclusiones

Todos los expertos asistentes a esta jornada señalaron ante el aforo, compuesto por unas 150 personas, la necesidad de contar con un sistema privado que complemente al público. Igualmente, también llegaron al acuerdo de que en nuestro país no existe una cultura y formación financiera que les permita analizar sus necesidades futuras y pensar en cómo cubrirlas. De ahí que incidieran en la necesidad de buscar asesoramiento profesional sobre cómo planificar la jubilación y velar por que el plan contratado tenga una buena rentabilidad.