Los informes de la Policía Local dibujan en el mapa hasta 21 puntos negros, localizados sobre todo en Altabix y Carrús, donde la concentración de accidentes y atropellos hace necesaria la actuación de Vía Pública para acabar con los incidentes. Cuando se habla de puntos negros en ciudad, los datos pasan por tramos con gran concentración de accidentes, pero sin víctimas mortales, como sí ocurre en el registro de la DGT, pero aun así es necesario actuar por el número de colisiones y peatones heridos. Con este mapa en la mano, la mesa de trabajo de tráfico se ha comprometido a destinar, anualmente, 100.000 euros para la instalación de grupos semafóricos y pasos de cebra en aquellos lugares que los agentes han calificado como especialmente conflictivos. A finales de este año se habrá actuado en cuatro puntos y otros se han reajustado para mejorar la seguridad, según el edil de Vía Pública, Héctor Díez.
El principal problema es el coste. Instalar un semáforo no es barato. Un cruce sencillo ronda los 20.000 euros, que pueden llegar hasta los 50.000 en puntos donde sea necesario instalar varios o, además de las luces habituales, el báculo que sobresalga en lo alto para ganar en visibilidad. Por tanto, la partida presupuestaria dará para actuar en cuatro o cinco puntos cada año. La prioridad la marcarán los informes de la Policía Local, en base al número de accidentes de cada uno de estos puntos negros, y su gravedad. Así, este año se está actuando en la avenida de Alicante, en el cruce con la calle Sabadell. Aquí se encuentra la puerta lateral de la Ciudad Deportiva, por lo que el tránsito de peatones es importante y obliga a regular el cruce. Otro punto donde ya se ha actuado este ejercicio es en el cruce de Victoria Kent con José Javaloyes, junto al polideportivo de Carrús, donde el volumen de peatones y los cuatro carriles de la calzada -dos en cada sentido- también hacía necesaria una mayor regulación del tráfico, al registrarse un par de atropellos cada año.
Otro punto en el que se trabajará antes de que finalice este 2017 son en el cruce de la calle Doctor Sapena con Antonio Pascual Quiles. Se trata de una de las vías que cambiaron de sentido en el pasado mandato, para tratar de aligerar el tráfico de la rotonda de l'Aljub. Aquí existe un ceda el paso que no es suficiente para regular el tráfico, y se han producido varios accidentes desde el cambio de sentido.
El cuarto punto se sitúa entre la avenida de Alicante con la calle Hermanos López Santos. En este caso, el problema es mayor, ya que los vehículos que circulan por la segunda vía, al llegar a la avenida, pueden girar a la derecha para incorporarse a esta vía, girar a la izquierda, en sentido hacia la plaza de Benidorm, o cruzar los cuatro carriles para seguir recto. El problema es que en Hermanos López Santos hay un ceda el paso, por lo que los conductores pueden atravesar los cuatro carriles mientras en la avenida los semáforos están en verde, con el consiguiente riesgo de choque por alcance.
De estos cuatro puntos que se han restaurado o se van a restaurar este año, tres han salido de partidas de Vía Pública y el cuarto, el de Victoria Kent, a través de los presupuestos participativos.
Además de los nuevos grupos semafóricos, se han reajustado dos cruces para mejorar la Seguridad Vial. Así, en la confluencia de Reina Victoria con Concepción Arenal, a la altura del colegio, unos naranjos impedían a los conductores ver el semáforo, pese a que había un báculo -el semáforo alto que sobresale hasta quedar a mitad de la calzada-. Por tanto, hacía pensar que no había semáforo y, al saltárselo, colisionaban con los coches que bajaban por Concepción Arenal.
Lo mismo ocurría en el cruce de Vicente Blasco Ibáñez con Jorge Juan, donde se ha sacado el báculo más a mitad de la calzada para hacerlo visible y que no lo taparan árboles.
<img src="D"></Div></div>
