La aparición de ratas en el edificio que alberga la Concejalía de Hacienda sigue desatando la preocupación entre los trabajadores municipales. Funcionarios han reclamado de forma urgente una limpieza y desinfección exhaustiva de las instalaciones al Ayuntamiento después de que hace dos semanas los roedores desataran las alarmas.

Empleados públicos expusieron en un escrito dirigido al Consistorio a través del Registro General haber detectado ratas en todas las plantas del inmueble. Trasladaron, además, que después de haber dado el aviso a la empresa encargada de la fumigación, se colocaron trampas en todo el edificio, pero que no han dado ningún resultado y que siguen apareciendo excrementos por los cajones de los puestos de trabajo. También apuntaron a que los roedores salen de sus escondites y que el problema, al parecer, también afecta a los edificios colindantes.

Pese a que la solicitud la realizaron el pasado 20 de septiembre, desde el Sindicato Independiente del Ayuntamiento de Elche, ayer todavía no se había realizado ninguna limpieza a fondo de los puestos de trabajo. El colectivo mostró su malestar al considerar que es «una falta de respeto a los empleados no responder a los escritos» y denunció, de este modo, «el silencio del Ayuntamiento a las reclamaciones de los trabajadores». Con todo ello, la organización sindical reivindica una actuación con urgencia en el área municipal situada en la calle Tronera y alerta del riesgo de infecciones.

Proceso complejo

A finales de septiembre, la edil de Hacienda, Ana Arabid, y el concejal de Sanidad, Carlos Sánchez, volvieron a ponerse en contacto con la empresa de control de plagas, CLETA, para que reforzara las medidas en el edificio. De hecho, en las últimas semanas la compañía se ha desplazado hasta las instalaciones municipales para colocar trampas y, así, acabar con esa incómoda presencia.

Tal y como indicó ayer el concejal de Sanidad, Carlos Sánchez, otra de las medidas para hacer frente a las ratas ha sido el reparto de veneno líquido en el edificio. De ahí que, según el edil del área, haya que esperar unos días a que finalice el proceso de seguimiento de los roedores para comprobar si baja el consumo del veneno y, a partir de entonces proceder a la desinfección, tal y como marca el protocolo. De lo contrario, según Sánchez, no serviría de nada la colocación del veneno para erradicar la presencia de roedores.

Frente a ello, desde el Sindicato Independiente manifestaron que «entendemos que la solución definitiva a este problema pasa por mantener todo el tiempo necesario los cebos y trampas», pero urgieron una intervención en profundidad.