Han sido doce meses de duro trabajo, a la vez que gratificante. La fundación Elche Acoge lleva un año adherida a los planes de acogida de refugiados de la Unión Europea, un tiempo en el que ha sido capaz de recibir a cuatro unidades familiares, a las que ha rescatado de países de Oriente Medio inmersos en la actualidad en conflictos bélicos, y a las que ha podido ofrecer un presente digno. La plataforma cuenta en estos momentos con un piso para los refugiados, al margen de otros dos que reserva para mujeres y hombres llegados a tierras ilicitanas.

Elche Acoge ofrece un techo a los refugiados que huyen de situaciones traumáticas y también pone las bases para que puedan empezar a hacer su vida con mayor autonomía. El proceso de acogida pasa por dos fases principales. La primera, de carácter temporal, se basa en la gestión de ayudas económicas por parte de la ONG, que se hace cargo de los gastos de manutención y otros como los escolares de los niños. Esta primera etapa dura seis meses y da paso a una segunda en la que se pretende que las familias puedan empezar a gestionar sus propios recursos, a la vez que se les busca otra residencia y se les facilita la inserción laboral.

Uno de los pasos clave, y que más dificultades supone, es el de encontrar una vivienda para que las familias puedan abandonar el primer piso que les ofrece Elche Acoge. «Es complicado, sobre todo, porque existe un gran desconocimiento que provoca inseguridades. Cuesta encontrarles un hogar que les ayude en su periodo de integración y autonomía. Muchos propietarios no sienten con seguridad que vayan a cobrar el alquiler pese a las garantías que les damos desde nuestra plataforma. Es cierto, también, que en el mercado ilicitano la demanada es superior a la oferta y cada uno elige a sus inquilinos», señala la técnico encargada del proyecto de los refugiados, Gema Moya.

De las cuatro familias que ha recibido en estos doce meses la ONG, tres continúan viviendo en Elche, mientras que la otra decidió poner rumbo a Alemania en busca de otras oportunidades. «Aquí les gestionamos las ayudas económicas, que proceden de la Dirección General de Inmigración. También les facilitamos la tarea de encontrar un trabajo, algo que en muchas ocasiones es complicado porque no tienen un dominio del idioma, con suerte algunos hablan inglés y poco más», añade la responsable de comunicación de Elche Acoge, Estefanía Moreno.

La ONG es la primera plataforma que ha ofrecido asilo a refugiados en tierras ilicitanas. Hasta que pusieron el proyecto en marcha hace doce meses, únicamente Cruz Roja había hecho una acción similar en la provincia de Alicante. Esta labor está enmarcada dentro del compromiso que adquirió el Gobierno español hace dos años con la UE para dar cobijo a 17.000 refugiados, una cifra que está muy lejos de coincidir con la realidad.

La labor que hace Elche Acoge cuenta con un importante reconocimiento, tanto en la provincia como fuera de ella. Prueba de esto es que su programa de alfabetización está nominado a los premios que concede la Unesco a instituciones, asociaciones, organismos y colectivos que trabajan en favor de la difusión de la alfabetización desde la excelencia y la innovación. La plataforma ilicitana lleva desde sus inicios, hace 23 años, impartiendo clases de castellano.

Dentro de sus planes de integración cultural, Elche Acoge también tiene firmado un convenio con el Museo Paleontológico que le permite desarrollar importantes proyectos sociales. Sin ir más lejos, el pasado viernes tuvo lugar una jornada de actividades para los niños, con distintos talleres que fomentaron la convivencia y la educación.