Se ha vendido como uno de los proyectos estrella de este mandato. Por eso mismo, ya se ha puesto en marcha la maquinaria para hacer despegar cuanto antes el campus tecnológico inspirado en Silicon Valley que se situará en Elche Parque Empresarial. Tanto que el Ayuntamiento, como promotor del proyecto, y la empresa municipal Pimesa, que lo gestiona, ya han activado los trámites para construir la primera fase, que estará integrada por dos edificios. El objetivo es configurar un polo tecnológico que allane la implantación de pymes y grandes empresas de base tecnológica e innovadoras.
De momento, el primer paso ha sido aprobar en el consejo de administración de Pimesa los pliegos de cláusulas administrativas y técnicas que van a regir la adjudicación de los contratos de prestación del servicio de asistencia técnica de redacción de los proyectos y de dirección de las obras de construcción de los dos primeros inmuebles. De hecho, también está previsto que se dé cuenta de este trámite en el consejo social de la ciudad que se celebra la próxima semana.
En concreto, los dos primeros espacios se alzarán sobre una manzana con algo más de 15.000 metros cuadrados con zona verde, y compuesto por dos parcelas: una de 2.070 metros cuadrados y otra de 625 metros, ambas de Pimesa.
Es tal la celeridad que se le quiere dar a todo el proceso que el plazo que se ha estimado para la redacción de los proyectos, hasta que se aprueben, es de cuatro meses y medio. Con ello, lo que se pretende es que las primeras obras en Elche Parque Empresarial, en el espacio situado entre las calles Círculo Obrero Ilicitano y Antonio José Cabanilles, empiecen a mitad del próximo año, para que los edificios puedan ser una realidad antes de que acabe este mandato. Además, la idea es que en breve se pueda firmar un convenio de colaboración con la Universidad Miguel Hernández, a través de la Fundación UMH, que colaborará como dinamizadora y gestora de la innovación. De este modo, Pimesa se encarga de la planificación, el desarrollo urbanístico, la promoción inmobiliaria, la construcción y la promoción comercial de Elche Campus Tecnológico; así como de la gestión profesional y especializada del proyecto. Entre los cometidos de la empresa municipal Pimesa, también está la de gestionar el alta de Elche Campus Tecnológico en la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE). Con ello, lo que se busca es que las empresas situadas en ese espacio puedan acceder a las convocatorias públicas de financiación específicas para enclaves tecnológicos. No en vano, y en paralelo, Pimesa se compromete, según consta en la memoria descriptiva previa, a buscar la financiación adecuada para asegurar la viabilidad económica y financiera del campus tecnológico. Por su parte, la UMH estará más centrada en la parte científica y tecnológica.
Por lo pronto, y para no desviarse de ese propósito de que el proyecto sea una realidad lo antes posible, Pimesa tiene previsto incluir en el presupuesto del próximo año el coste aproximado de esos dos edificios. De forma paralela, empezará con la promoción del proyecto, sobre todo de cara a darle visibilidad e ir captando inversores y empresas.
En cuanto a la comercialización de los espacios, no se esperará a que los inmuebles estén levantados. Una vez redactado el proyecto, se empezará con la venta de los espacios casi al mismo tiempo que se licitan los trabajos, para acelerarlo todo al máximo.
A partir de ahí, se sucederán las siguientes fases. Ahora bien, la comercialización en esta primera etapa no se limitará a los espacios de los dos primeros edificios. También se quiere dar la posibilidad de que empresarios o inversores puedan comprar alguna de las parcelas y que ellos mismos ejecuten los edificios en los que se implantarían.
Elche Campus Tecnológico está integrado en total por nueve parcelas, siete de ellas propiedad de Pimesa y otras dos de titularidad privada. No obstante, aunque todos los terrenos en ese punto son para uso terciario, hay parcelas singulares y especiales, lo que implica que, según la calificación, se establezcan parámetros urbanísticos distintos.
Los terrenos, en cualquier caso, se distribuyen en cuatro manzanas, cada una de las cuales incluye diversas parcelas edificables para uso terciario y zonas verdes públicas. Las manzanas están separadas entre sí por dos viarios de diferente sección que cruzan la actuación de norte a sur y de este a oeste, en concreto, por las calles Círculo Obrero Ilicitano y Antonio José Cabanilles. La suma de las parcelas edificables totaliza más de 43.000 metros cuadrados de techo. Los edificios, al final, se configurarán perimetralmente alrededor de una gran plaza pública calificada como zona verde por el Plan General, que se encuentra totalmente urbanizada, y en la que lo que se quiere hacer ahora es potenciar el ajardinamiento y los equipamientos.
