El colectivo Ágora y otras diez agrupaciones de la localidad pedido al Síndic de Greuges que intervenga ante la falta de transparencia de la Conselleria sobre el Mercado Central y la falta de informes.

En concreto, reclaman una contestación a un escrito remitido ya hace más de tres meses a la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador. Los colectivos solicitaron "determinadas actuaciones relativas a las graves irregularidades cometidas en la tramitación del Plan de Reforma Interior del Mercado", tal y como señalan en un comunicado. Reivindicaron a la consellera que les facilitase el estudio de tráfico del citado PRI y en caso de su inexistencia, como así parace ser, en virtud de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbano y Paisaje, LOTUP se retrotraigan todas las actuaciones derivadas de su aprobación, desde su fecha hasta hoy, y se vuelva a tramitar la modificación del PRI con la inclusión del estudio de tráfico, como documento obligatorio que es, tal y como señalan.

La petición al Síndic la firman Salvem El Mercat, Comisiones Obreras, Compromís, el Grupo en Defensa del Comercio y del Patrimonio Público, el Grupo en Defensa del Patrimonio de Elche, el Institut d'Estudis Comarcals, el Nucli Local d'Elx d'Ateac Pais Valencià, Margallò, Ilicitanos por Elche y Podemos.

El Mercado Central empezó a desalojarse este lunes y acabó siendo precintado por la Policía Local. Los vendedores empezaron a recoger sus puestos a primera hora de la mañana para cesar la actividad comercial a lo largo de la jornada. De forma pacífica y entre un ambiente de tristeza, apurando las últimas horas para despedirse de sus clientes y hacer las últimas ventas, los placeros retiraron el mobiliario y el género de la primera planta del edificio.

En los próximos días está previsto que terminen de vaciar los puestos, pero desde el martes ya no hay ventas en el Mercado. Tras recibir las notificaciones de la Policía Local el viernes, la decena de vendedores que había resistido en la plaza de abastos ha vivido hoy su último día de ventas en el inmueble.

Esta no es la primera orden de desalojo que aprueba el Ayuntamiento. Ya se trató de vaciar el inmueble en el mes de julio, pero esta vez parece que la cosa va a ser más en serio. De hecho, la Policía Local se presentó ante los titulares de los puestos que resisten en el edificio. Si los placeros se hubieran opuesto a recoger la notificación se les podría haber denunciado por resistencia a la autoridad, aseguró la portavoz de la junta de gobierno, Patricia Macià, en su comparecencia.