La industria zapatera es, sin lugar dudas, una de las más importantes de la provincia. Un sector capaz de reinventarse cada seis meses presentando nuevas colecciones para competir en los mercados internacionales con los mejores, a la vez que lucha por superar todas y cada una de las adversidades que encuentra a su paso, como los conflictos políticos y sociales que afectan a su cuenta de resultados.

Una amplia representación del sector zapatero de la provincia está este fin de semana en Madrid, en la feria Momad Shoes, que trata de consolidarse edición tras edición, tras tomar el relevo a Modacalzado, la feria que en sus mejores años llenaba de ambiente comercial los pabellones de la Feria de Madrid, y de la que las empresas regresaban con un importante número de pedidos.

Los escenarios están cambiando en todos los sectores, y para el sector del calzado las ferias ya no son lo que eran. El objetivo ya no es tanto acabar el evento con un amplio número de pedidos, que también, sino posicionarse como marca y entablar relaciones que de afianzarse den como fruto satisfactorias operaciones comerciales a medio y largo plazo.

Una de las luchas del sector de los últimos años era recuperar su peso en el calendario de la Feria de Madrid, donde se supone que están citados los comerciantes del país, así como compradores que cada vez más llegan de otros países.

La fusión del certamen zapatero con el de la moda, cuando se sentenció Modacalzado, vino muy mal a las firmas de la provincia, que dejaron de confiar en un escaparate en el que no se sentían protagonistas. Lo decían abiertamente empresarios de Elche y de Elda. El sector necesita un escaparate propio, en el que poner en valor el producto de calidad que se diseña y fabrica en la provincia. Al final lo consiguieron, y la Feria de Madrid creó el escaparate Momad Shoes, tras pasar algunas empresas sin pena ni gloria por Momad Metrópoli.

Desde 2016 el sector zapatero vuelve a tener un escaparate propio que le permite escoger el calendario que mejor se ajusta a su proceso productivo, y que llega, como es deseo de los empresarios, después de la citas internacionales más importantes, como son los eventos comerciales de Alemania e Italia, donde se apuesta fuerte por mantener y aumentar las exportaciones. Aunque no siempre se acierta. La cita que se está celebrando este fin de semana en Madrid ha arrancado sólo un día después de Milán, lo que es muy poco tiempo de descanso. Además, los empresarios piden mayor promoción del evento.

No obstante, mientras unas empresas siguen confiando en las ferias otras tratan de avanzar hacia un nuevo modelo de negocio. El sector del calzado está evolucionando, como decía en la jornada inaugural de la feria el CEO de la consultora alicantina 3dids, Andrés de España, que destaca que cada vez son más las firmas que ofrecen a los clientes la posibilidad de convertirse en diseñadores de sus prendas.

Se trata de una nueva moda dentro del sector, en la que las marcas aportan un valor añadido al calzado ofreciendo la personalización del producto. Lo más exclusivo es lo último que se desecha de un armario, lo que nos hace diferentes al resto cuando salimos a la calle. Y en esto es en lo que se está empezando a trabajar en la provincia, con lo que se permite que los clientes dicten a las marcas qué tipo de calzado quieren, con qué componentes, líneas y acabados, siempre, claro está, con el asesoramiento de los diseñadores de cada firma.

Este avance, que se está asentando en la provincia, acerca al sector a la industria 4.0, y se considera compatible con la producción en serie. No obstante, para que dé resultado su coste no debe ser disparatado. Las empresas deben ser capaces de ofrecer un producto personalizado sin que su precio de mercado sea el doble del fabricado en serie.

Nuevas fórmulas para el sector con las que las marcas pueden diferenciarse en el calle con un producto con valor añadido, el que le pone cada cliente a su par de zapatos.