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La falta de una ley deja en el aire la denominación de origen del calzado de Elche

Las patronales zapateras están a la espera de que el Parlamento Europeo elabore una normativa para proteger artículos artesanos como primer paso

Un expositor con calzado en una feria. sergio ferrández

La denominación de origen del calzado artesano de Elche va a tener que esperar, y lo peor es que no se sabe cuánto tiempo. Han pasado dos años desde que el pleno del Parlamento Europeo apoyase una resolución para incrementar la protección de los productos artesanos locales por medio de ampliar el sistema de indicaciones geográficas del que ya gozan ciertos artículos agrícolas de calidad de la Unión Europea (UE), pero poco se ha avanzado para que esto sea una realidad.

En la actualidad, la legislación europea sólo contempla la concesión de la denominación de origen a productos alimentarios y bebidas como el vino, y nada hay aprobado que posibilite la protección de productos artesanos. Por este motivo, la relación de productos que fueron estimados por el Parlamento Europeo como ejemplos para obtener esta distinción, y entre los que estaba el calzado artesano de Elche, tienen que seguir esperando a que las promesas se hagan realidad.

En el año 2009 la Comisión Europea incluyó el calzado de Elche en un listado de 17 productos europeos que podrían obtener su propia denominación de origen. Para ello, se elaboró un informe previo sobre la inclusión de artículos artesanales e industriales en el marco legislativo que regula estos distintivos.

Desde el sector del calzado ilicitano, Rosana Perán, que por aquel entonces ocupaba la presidencia de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche (AICE), recodó ayer que el sector proporcionó a la Comisión Europea información de la vinculación del sector zapatero a la ciudad. «Desde Europa se nos pidió información del calzado tradicional de Elche para elaborar el informe, que lo incluyó como uno de los productos que podían obtener la denominación de origen», recordó Rosana Perán.

No obstante, el trabajo realizado ha quedado en el cajón. La presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avenal), Marian Cano, indicó que «a día de hoy seguimos sin tener noticias de los avances que se hayan podido producir, ya que hace falta que se apruebe una legislación específica para productos no alimentarios». En esta misma línea se mostraron desde la Federación de Industrias del Calzado Español (Fice), que sigue a la espera de que el Parlamento Europeo tramite la ley que posibilite solicitar la denominación de origen para productos artesanos como el calzado de Elche.

Hace dos años, cuando se aprobó la resolución que pedía aumentar la protección de productos artesanos locales, además del calzado artesano de Elche, se habló de proteger la cerámica de Sargadelos, el damasquinado de Toledo, el calzado de Menorca, las esculturas falleras, las perlas mallorquinas o la piel de Ubrique. Otros productos europeos como el cristal de Bohemia, el mármol de Carrara o la tela escocesa también formaban parte de este listado.

Según los eurodiputados que impulsaron esta resolución, el objetivo debía ser dar más apoyo al desarrollo de la economía local, impulsar el turismo, reforzar la confianza de los consumidores y ayudar a preservar el patrimonio cultural y tradicional. Objetivos que siguen sin una legislación europea que los persiga a través del distintivo que aporta la denominación de origen.

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