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El PP se contraprograma

Ruz y Alonso comparecen por separado en el inicio del curso político a la espera de que un informe jurídico resuelva si hay cambio de portavoces

Los concejales del grupo municipal del PP en un pleno. antonio amorós

Un inicio del curso político para dos PP. Se agranda así la brecha entre los populares a la espera de que un informe jurídico resuelva si es viable o no un cambio de portavoces en el grupo municipal. Con tan solo una hora de diferencia, los dos sectores del Partido Popular comparecieron ayer públicamente para rendir cuentas en el inicio del curso político, pero por dos caminos diferentes.

El presidente del PP local, Pablo Ruz, tomó ayer la delantera para hablar de los retos para los próximos meses con la vista puesta en elaborar ya el programa electoral de 2019. Seguidamente, la actual portavoz del grupo municipal, Mercedes Alonso, hacía lo mismo, pero para criticar la gestión del tripartito. Cada uno por su lado y acompañados por sus concejales afines salieron a la palestra.

El que fuera el delfín de la exalcaldesa no tuvo más remedio que aludir al cisma abierto entre los concejales. Su mentora quiso evitar el tema, pero tampoco le quedó otra que dar explicaciones, tras haber guardado silencio dos semanas después de que Comité Ejecutivo haya decicido desbancarla.

Pablo Ruz hizo referencia al resultado de la asamblea en la que obtuvo la mayoría del apoyo de los militantes y también a la Ejecutiva para defender el respaldo que tiene detrás. Asimismo, volvió a aferrarse a que los estatutos les avalan. También trató de hacer autocrítica y reconoció que la «polvareda» levantada por el cambio de portavoces no beneficia al PP, sino a los partidos de la oposición. Además, tuvo palabras para el sector alonsista al echar en cara que «en el PP no casa no respetar la democracia».

Mercedes Alonso fue más parca en palabras. La exalcaldesa se limitó a defender que el proyecto ganador del PP, tras las elecciones municipales, es la lista que ella lidera. Reiteró también, después de que ya lo hiciera Granero la semana pasada, que «una cosa es el grupo municipal y otra el partido y que uno se rige por dos conceptos diferentes». Ella y sus tres concejales también volvieron a aferrarse a que el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales (ROF) le da la razón ellos y que es necesaria una unanimidad para dar luz verde al cambio de designaciones.

Ni Ruz ni Alonso quieren ver más allá, al menos públicamente, de lo que pueda pasar una vez que el informe jurídico que emita el secretario municipal despeje la incógnita de quiénes serán los portavoces del grupo municipal a partir del próximo pleno. En mitad de todo ese lío, el presidente del PP admitió que ofreció al actual portavoz adjunto, Vicente Granero, la posibilidad de formar parte de su proyecto como portavoz adjunto. Sin embargo, el número 2 de Alonso lo rechazó. Desestimó la propuesta de Ruz por la intención de recortarle el sueldo a la mitad, según reconoció ayer.

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