Dos de la madrugada. Algunos usuarios ya hacen cola en la Comisaría de la Policía Nacional de Elche para obtener uno de los 30 números que se reparten a las siete de la mañana para renovar u obtener el DNI sin cita previa. Más de cinco horas de espera, en plena noche, para acceder a un trámite que, especialmente en vacaciones, lleva a los despistados de última hora a tener que sufrir este trámite para poder coger un vuelo, un tren o, simplemente, gozar de la tranquilidad de obtener un documento acreditativo. El incremento de la demanda en vacaciones, y el hecho de que previamente por este motivo se reduce el personal, ha hecho que este verano la espera para la obtención de cita previa para renovar el DNI, ya sea por teléfono o por internet, los dos únicos canales donde puede obtenerse número, se haya disparado hasta los dos meses.

Las críticas de los usuarios no se han hecho esperar, pues no solo hay despistados de última hora. «Me dejé el bolso en el autobús y me lo robaron. Aunque puse la denuncia ni aceleran el trámite ni dan un documento provisional,. así que o haces cola, o estás dos meses indocumentada», cuenta una señora a las puertas de la comisaría.

En la noche en la que este diario comprobó las colas que se forman cada noche, se repartieron 40 números. Tan solo sobraron dos. Un hombre, que hacía cola para renovar dos DNI, se salvó por los pelos, ya que solo reparten un número por persona y, gracias a que sobraron dos, obtuvo el segundo. Sin embargo, hay padres que, para poder viajar con sus dos niños, han tenido que hacer colas durante dos noches seguidas pues, obviamente, los pequeños no pueden estar de madrugada esperando en las dependencias policiales.

Lo cierto es que no se trata de una situación nueva, ya se han registrado colas de dos meses en otras ocasiones, por eso sorprende entre los usuarios que no se ponga remedio y que haya que esperar todo este tiempo para pedir cita. Una situación que se repite en localidades cercanas. «Hemos mirado en otras comisarías cercanas y nada, o esperar mes y medio o dos meses, o te pegas el madrugón», se queja otro usuario.

Una conversación, un libro, jugar con el móvil... los usuarios aguardan pacientemente su turno. De hecho, los números están repartidos antes de que el agente oficialice la lista de espera por la mañana, ya que los propios usuarios se organizan según orden de llegada. Muchos aguardan en las escaleras, en la acera o en los alrededores. Una espera que, ahora en verano, se hace mucho más llevadera que en otras épocas del año, donde al hecho de tener que aguantar durante horas se suma el frío, el viento o incluso la lluvia. Por eso, desde la Policía Nacional aluden a la previsión como la mejor forma de evitar esta situación, no apurar los plazos de renovación y revisar de forma periódica que toda la documentación esté en regla para, ante cualquier imprevisto, evitar sustos inesperados en caso de necesidad.