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Piden 12 años de cárcel para los gestores de un pub por los ruidos

La Fiscalía observa un presunto delito contra el medio ambiente y otro de lesiones

Vista de la entrada principal al inmueble de la Ciudad de la Justicia de Elche. antonio amorós

El Ministerio Fiscal solicita más de doce de años de cárcel en su conjunto para el exgerente de un pub ubicado en el centro de Elche y para la entonces encargada, por un presunto delito contra el medio ambiente y otro de lesiones, ya que, al parecer, mantuvieron durante casi cinco años de actividad la música por encima de lo permitido. Pero además, también fuera del horario permitido, sobre todo de madrugada. Se mantenía la actividad pese a que gran parte del tiempo la licencia fue solo para cafetería sin música; y todo ello desoyendo las continuas recomendaciones y advertencias de la Policía Local y del Ayuntamiento de Elche, según siempre el escrito de acusación.

Los hechos, más bien la pesadilla para los vecinos, sobre todo una familia que finalmente tuvo que cambiar de domicilio tras permanecer en tratamiento médico y farmacológico, arrancaron el 26 de marzo de 2010. El local en cuestión abrió sin licencia ambiental, aunque la tenía solicitada, según siempre Fiscalía.

Desde el primer momento se registraron quejas vecinales así como por parte de otros pubs del entorno que aseguraban que el nuevo establecimiento sobrepasaba la hora de cierre. En el mes de abril, la Policía Local se personó en el lugar hasta en tres ocasiones y constataron que el establecimiento permanecía abierto a la 1.45 e incluso a las 4.10, cuando el horario de cierre era a la 1.30 horas. Asimismo, los agentes realizaron mediciones en un domicilio y, según siempre fuentes judiciales, constataron que la música superaba los 30 decibelios máximodecibelios s permitidos.

Los servicios técnicos municipales concluyeron en mayo de 2010 que la actividad con permiso era para café-bar sin música. El 1 de junio, el entonces concejal de Aperturas, pidió al responsable que adecuara su ejercicio a la actividad solicitada, sin ambiente musical, a lo que el propietario alegó que tenía solicitada la licencia para pub así como la declaración de compatibilidad de ambas actividades. Como pub tenía solicitado horario de 15 a 3.30 horas de la madrugada, y como cafetería, de 8 a 13.30 horas. Junto a todo ello, según fuentes de la Ciudad de la Justicia, el local en cuestión se encontraba a menos de 50 metros de otro establecimiento similar, en concreto a 34 metros en línea recta, algo que la normativa municipal de entonces no lo permitía.

El 7 de diciembre de 2010 la jefa de sección de Aperturas desestimó las alegaciones del acusado y denegó la licencia para pub, cuestión aprobada también en junta de gobierno del 10 de diciembre, ante lo cual el interesado decidió interponer un recurso contencioso-administrativo.

Desatender los requerimientos

Para la Fiscalía es altamente demostrable que desde el 26 de marzo hasta el 15 de diciembre de 2010 estuvo ejerciendo de manera clandestina una parte de la actividad, además de desatender los requerimientos del Ayuntamiento para que adecuara su actividad a la de cafetería sin ambiente musical.

El 30 de marzo de 2011 la Concejalía de Aperturas decretó el desmontaje, retirada o precinto del equipo musical. Finalmente, se instaló un limitador de volumen, pero aún así distintas mediciones en los posteriores años, incluso en 2014, arrojaban datos, según siempre las mismas fuentes, acerca de que se superaba el máximo permitido de decibelios.

A todo esto en el pleno del 30 de junio de 2014 se aprobaba un nuevo Plan Acústico Municipal, que de 50 reducía a 25 metros la distancia mínima para implantar locales de estas características.

Y además, el 1 de diciembre de 2014 el negocio cambió de titulares, aunque en noviembre de 2015 se volvía a proponer por parte de las autoridades precintar el equipo musical.

En vista de casi un lustro soportando música por encima, al parecer, de lo permitido, y a altas horas, los vecinos de una vivienda afectada optaron por cambiar de domicilio tras largos meses de tratamiento por insomnio.

Ante este panorama, la Fiscalía solicita para el entonces gerente del pub seis años y tres meses de cárcel, así como una multa de 30 meses a razón de 10 euros al día por un delito contra el medio ambiente, así como nueve meses de prisión por un delito de lesiones.

Asimismo, a la entonces encargada, por el delito de medio ambiente, se le piden cinco años y tres meses de prisión, así como 28 meses de multa a razón de seis euros al día, así como diez meses de multa por un delito de lesiones.

En paralelo a todo ello, el Ministerio Fiscal propone indemnizar al matrimonio con 15.000 euros, así como con 6.000 a la hija, la cual abandonó el domicilio antes que sus padres.

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