Los ciclistas que circulan por el carril bici de Elche afrontan nuevos desafíos de cara a los próximos meses. El primero de ellos pasa por adaptarse a un nuevo circuito que el Ayuntamiento ha comenzado a reordenar para trasladar el vial de la acera a la calzada. El objetivo: acabar con el conflicto entre los peatones y las dos ruedas.

El nuevo concepto de movilidad para la ciudad ya ha empezado a tomar forma en el entorno de la Universidad Miguel Hernández y el Conservatorio de Música. Tras comenzar a finales de julio con el proyecto frente a la estación de servicio de la avenida del Ferrocarril, donde había que eliminar un punto negro para los ciclistas, ahora las obras avanzan en dirección a la avenida de la Libertad.

Después del parón de fiestas, los trabajos se han trasladado ya a la misma carretera, con el objetivo de empezar a habilitar el espacio donde, a partir de los próximos meses, tendrán que circular las bicicletas.

Así,con el inicio del curso académico a la vuelta de la esquina, la maquinaria y las vallas han tomado uno de los puntos más transitados de todo el recorrido, sobre todo, por estudiantes que a partir de septiembre acudirán a la Universidad, al Conservatorio de Música, al instituto o a la Escuela Oficial de Idiomas.

Con este nuevo proyecto, el carril bici integrará en la calzada en todos los tramos posibles (toca terrenos de la Universidad de Elche y también tiene que autorizarlo ADIF) y, donde no sea posible, discurrirá en el extremo de la acera cercano a la carretera. Esto significará, por ejemplo, que la banda de aparcamientos frente al edificio Torreblanca de la Universidad será suprimido.

Las obras deberán estar listas antes de cuatro meses, después de que se hayan normalizado 1.730 metros de circuito en este enclave. El importe de las obras es de casi 242.000 euros y la cuantía íntegra se subvenciona por parte de la Diputación Provincial.

No obstante, éste no será el único cambio que afectará a las dos ruedas de forma inminente, además de la modificación del carril bici, los ciclistas se enfrentan a una nueva ordenanza, que acaba de entrar en vigor, y que incluye sanciones de entre 60 y 500 euros.

No solo habrá multas para los usuarios de este medio de transporte, sino también para los peatones que transiten o permanezcan por el carril bici. El nuevo código de circulación que entró en vigor el pasado mes de junio también «castigará» a quienes no hagan uso del alumbrado reglamentario ni de las prendas y elementos reflectantes en el caso de los que se encuentren manejando el manillar.

En cuanto a las sanciones de 500 euros, los ciclistas pueden enfrentarse a éstas si se niegan a someterse a las pruebas para detectar alcohol o presencia de estupefacientes o psicotrópicos.

En concreto, la ordenanza especifica las obligaciones y prohibiciones en la conducción de bicicletas, regula la circulación por las vías ciclistas, define la circulación de bicicletas en coexistencia con los peatones, detalla las prioridades de paso para los ciclistas, contempla las obligaciones de los conductores de vehículos a motor respecto a las bicicletas, trata los elementos y accesorios de seguridad, el uso de remolques, la preferencia entre tipos de señales y recomienda la contratación de un seguro de responsabilidad civil, así como la inscripción de la bicicleta en el biciregistro.