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La Marina pide cariño

Los vecinos reclaman más aseos y papeleras en las playas y una regulación del aparcamiento

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La Marina pide cariño

El varano no está yendo como querían muchos de los vecinos de La Marina, que reclaman más cariño para solucionar los problemas que se les acumulan en sus playas. Los principales son los de la escasez de aseos y papeleras en el litoral, pero no acaban ahí. Uno de los más acuciantes es el de la dificultad para encontrar zonas en las que estacionar los vehículos. A ellos hay que sumarles el deterioro de la pasarela que conduce a la zona de El Rebollo o la vieja reivindicación de la bandera azul para El Pinet.

«La primera reunión con el Ayuntamiento la tuvimos en noviembre y no nos han hecho apenas caso», denuncia la alcaldesa pedánea de La Marina, Mari Carmen Molina. «Nosotros queremos que las playas estén listas para su uso a partir de Semana Santa, el tiempo de baño no empieza en julio», añade en su protesta. A estas reivindicaciones se suman desde la Asociación de Vecinos, por boca de su presidente, Juan Oliver, quien reclama más infraestructuras de servicios para disfrutar del baño.

Los residentes en este enclave urbano lamentan la falta de duchas y cambiadores en las playas, así como la escasez de papeleras y la presencia, únicamente, de un par de aseos. «Si eres un poco aprensivo, no los usas. Se ensucian enseguida porque hay demasiados bañistas para sólo dos aseos. Muchos prefieren utilizar los de los bares y restaurantes. Se les llena la boca a la hora de hablar de las playas de Elche y nos tienen abandonados», añade un grupo de bañistas. El presidente de la Asociación de Vecinos comenta también su malestar por la «mala imagen» que se llevan los turistas que pasan por la pedanía a lo largo del verano.

Otro de los problemas que se derivan de la masificación de usuarios en La Marina es de encontrar zonas de aparcamiento. «No está señalizado ni bien emparejado. Falta una regulación para aparcar y que se acondicionen más espacios. Hace años que lo pedimos», subraya la pedánea. Muchos de los bañistas optan por dejar sus coches aparcados a lo largo de los caminos, ya que los solares que su utilizan a modo de parking están siempre llenos hasta la bandera. La avalancha de turistas también repercute negativamente en el tráfico.

Un último propósito que persiguen los vecinos de La Marina es el de conseguir para el próximo año la bandera azul en la playa de El Pinet. Es la única de todo el litoral ilicitano que todavía no la tiene. Entre otras iniciativas que se han puesto en marcha para conseguirlo, está la del refuerzo de socorristas. En el olvido empieza a quedar la ardua polémica del año pasado, tras la apuesta por crear una zona para perros, algo que se encontró con una oposición frontal por parte de las asociaciones de vecinos.

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