La naturaleza es caprichosa y, si en esta campaña, el exceso de lluvias durante el invierno han minado la producción de granada, la falta de agua podría ser el principal problema en su producción de cara al año que viene. Francisco Oliva, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de la Granada Mollar de Elche, advierte de que «el principal problema es que no sabemos si tendremos agua. No ha llovido nada este verano, y las reservas son las que son». El problema con el agua no es nuevo, de hecho, ya el año pasado la falta de recursos hídricos se notó en el calibre, aunque se salvó la campaña. Lo mismo ha ocurrido estos meses, en los que «hay que agradecer la gestión de Riegos de Levante, que ha hecho que podamos salvar esta campaña. Pero la del año que viene, veremos a ver. Es necesario encontrar una solución, o nos veremos en apuros reales».

Lo cierto es que el problema de sequía preocupa cada vez más a los regantes, ya que la escasez de recursos hídricos hace que no haya agua para todos los agricultores, con la consecuente incertidumbre de tienen en sus cultivos su única fuente de ingresos, y para los que la falta de agua puede suponer cuantiosas pérdidas económicas.