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Pedro Morillas: «Uno de cada cinco adultos sufrirá insuficiencia cardíaca»

Advierte que cada vez más mujeres lo padecen y recomienda mantenerse alejado del tabaco y el alcohol

"Uno de cada cinco adultos tendrá insuficiencia cardíaca"

¿Qué entendemos por insuficiencia cardíaca?

La insuficiencia cardiaca es una enfermedad compleja que se caracteriza por una debilidad del corazón para bombear la suficiente cantidad de sangre que precisa el organismo y funcionar así adecuadamente. El paciente suele referir ahogo y falta de aire mientras realiza ejercicio o lleva a cabo actividades que antes toleraba bien. Otros síntomas son la dificultad para respirar cuando está tumbado, de manera que el enfermo se ve obligado a dormir con dos o tres almohadas o en posición algo incorporado, así como la retención de líquidos, especialmente en las piernas. Constituye un problema sanitario de primer orden, no solo por el alto número de casos sino también por su gravedad, ya que provoca un número importante de hospitalizaciones y una mortalidad comparable a algunos de los canceres más frecuentes. En nuestro país es la tercera causa de muerte cardiovascular y, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, fue responsable de casi 20.000 fallecimientos en el año 2015. Así mismo es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años en España.

¿Cuáles pueden ser los motivos que lo provocan?

Distinguimos básicamente dos cuadros diferentes. Uno es cuando el corazón se encuentra debilitado y pierde fuerza, con una función ventricular por debajo del 50%, y que se asocia a enfermos que presentan estrechamientos de sus arterias coronarias, un mal funcionamiento en alguna de sus válvulas cardiacas o al efecto tóxico del alcohol u otras sustancias. El segundo grupo lo forman aquellos pacientes cuyo corazón bombea sangre adecuadamente pero sus paredes son muy rígidas, con lo cual no puede llenarse adecuadamente de sangre para posteriormente expulsarla. Esta situación se asocia a personas de mayor edad que presentan hipertensión arterial, obesidad o diabetes mellitus.

Con esta vida tan ajetreada que llevamos, y tras incorporarse hace décadas la mujer masivamente al mercado laboral ¿es el género femenino el que está destacando ahora en este tipo de dolencia?

Desgraciadamente con la incorporación al trabajo, la mujer está adoptando algunos de los malos hábitos del hombre, como es el estrés y el tabaquismo y ello se está asociando a un incremento de las enfermedades cardiovasculares, no solo de los casos de insuficiencia cardiaca sino también de cardiopatía isquémica. Por otro lado, tenemos que tener presente también que las mujeres suelen vivir más tiempo, tienen una expectativa de vida mayor que los hombres, y ello provoca que la insuficiencia cardiaca, que se asocia al envejecimiento, afecte más a ellas.

¿Qué porcentaje de la población lo sufre? ¿Va cada año in crescendo?

En mi opinión, no se está exagerando cuando se considera a la insuficiencia cardiaca como uno de los principales problemas de salud pública en los países desarrollados, una verdadera epidemia del siglo XXI, si tenemos en cuenta el número creciente de nuevos casos cada año. Las razones de ello son el progresivo envejecimiento de la población, la mejor evolución de muchas enfermedades cardiacas que anteriormente eran mortales y, por supuesto, el aumento en la supervivencia de los pacientes con insuficiencia cardiaca gracias a los importantes avances terapéuticos. Se calcula que aproximadamente el 1% de las personas de entre 45 y 54 años presentan esta patología y asciende al 15% en personas de 75 o más años, lo cual da idea de la elevada presencia en nuestro país. De hecho, se estima que uno de cada cinco adultos sufrirá este trastorno a lo largo de su vida.

¿Es esta Comunidad una zona donde se registran más o menos casos por algún motivo?

A pesar de que no hay grandes estudios epidemiológicos en este sentido, parece que no existen grandes diferencias con el resto de comunidades de nuestro país. Se calcula que en la Comunidad Valenciana el número de pacientes con esta patología supera los 50.000, y se diagnostican cada año unos 15.000 casos nuevos.

¿Hay modos de contribuir, estilos de vida o pautas a seguir para evitar esta dolencia?

Por supuesto. Es importante aumentar la concienciación sobre esta patología que es prevenible y tratable. Es fundamental un adecuado control de los diferentes factores de riesgo como la hipertensión arterial, la diabetes o la obesidad, así como evitar sustancias tóxicas como el alcohol o el tabaco. Además, cuando el paciente ya padece esta enfermedad, es primordial que se implique de manera activa en el control de estos factores para retrasar la progresión de la enfermedad. En nuestro servicio tenemos una unidad específica de insuficiencia cardiaca, pionera en la provincia, donde se proporciona al paciente un estrecho seguimiento en los primeros meses tras el alta hospitalaria, que es cuando se suelen producir las recaídas. Se realiza educación sanitaria, frecuentes ajustes del tratamiento que mejoran el pronóstico y, en casos de descompensaciones, se puede administrar fármacos intravenosos de forma ambulatoria en el Hospital de Día de Cardiología que estabilizan y mejoran la situación y consiguen evitar ingresos . Además, hemos incorporado recientemente a esta unidad un programa específico de rehabilitación cardiaca que permite realizar de forma controlada ejercicio físico a estos pacientes

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