Arenales del Sol ya cuenta desde hace unos días con unos reductores de velocidad en un tramo de la calle Bahía, una reivindicación prácticamente histórica dadas las altas velocidades que se alcanzaban en este vial, sobre todo en su tramo final, antes de alcanzar la calle Albacete.

En concreto se han colocado seis bandas en el suelo, tres en cada sentido de la circulación, que están permitiendo que de velocidades de 80 e incluso 100 kilómetros por hora, se pase ahora a circular a la mitad de ese ritmo que se había convertido en habitual y que había generado quejas de transeúntes y de los vecinos de las urbanizaciones próximas.

Aunque la velocidad máxima era de 40 kilómetros por hora, muy pocos vehículos respetaban esta limitación, con el consiguiente peligro para todos.

Cruzar la calle Bahía, que carece de semáforos, pero si de numerosos pasos de cebra, es ahora, por tanto, mucho más seguro. Esta extensa calle, bastante alejada de la primera línea de mar, es utilizada por numerosas personas que sacan a pasear a sus mascotas, pero también por aquellos que practican deporte.

El alcalde pedáneo, Alejandro García, recuerda que el último escrito que presentó en relación a este tipo de reivindicación para esta calle fue el pasado 31 de marzo de 2016 y que hace prácticamente un año, el 16 de agosto, en la confluencia de las calles Bahía con Toledo, un joven de 19 años resultaba herido de gravedad tras un atropello.

La demanda de reductores de velocidad en Arenales también hace tiempo que se hizo extensiva a la confluencia de la calle Albacete (con un peraltado que exige conducir con cuidado) con avenida de San Bartolomé de Tirajana. En concreto, el pedáneo señala que así dejó constancia de su petición el 15 de enero de 2016. Precisamente, hace escasos días, un coche colisionaba con el chiringuito situado en la rotonda que comunica ambos viales. Y es que en este punto, una zona frecuentada por numerosos veraneantes, circulan a velocidades demasiado elevadas,.

Junto a todo ello desde Arenales del Sol se viene advirtiendo al Ayuntamiento que existen otros puntos con riesgo para la seguridad vial, como la calle Málaga a la altura del número 2, o la calle Gran Vía, indica Alejandro García, quien reclama que no se tarde tanto tiempo en actuar.