Los agentes de la Policía Local han intensificado este verano los controles de aparcamientos en el entorno del Camino del Carabassí, un espacio que aglutina a centenares de personas cada fin de semana y donde la búsqueda de una plaza de estacionamiento se convierte, en muchas ocasiones, en una tarea complicada. Sin embargo, eso no da legitimidad para dejar el coche en los arcenes del camino hacia la playa, y la Policía ha dicho basta. Tradicionalmente, se ha tenido manga ancha con este tipo de estacionamientos, pero según trasladan fuentes policiales las quejas de los propios bañistas y el estudio de seguridad en la zona, ha hecho que se aplique con más fuerza la normativa para la seguridad de todos, y las sanciones, solo en agosto, superan la treintena.

El problema radica en que se trata de un camino ya de por sí estrecho y en el que, si se estacionan los coches en los arcenes, no se deja espacio para que los usuarios transiten hasta la pasarela peatonal de acceso a las playas. Además, es habitual que se aparque en ambos lados de la carretera, lo que origina que, en una vía de doble sentido y mucha curva, apenas quepan dos coches circulando por la calzada. Una circunstancia que se agravaría aún más si uno de esos vehículos que deben circulan por el camino fuera, por ejemplo, un camión de bomberos en caso de incendio o una ambulancia que deba acudir a atender cualquier percance en las playas.

Aun así, son muchos los usuarios que han mostrado su indignación cuando, al recogerse de una jornada playera, se han encontrado la multa pegada al parabrisas o, en los casos más graves, directamente la pegatina de la grúa y el hueco de estacionamiento vacío, al haber sido remolcado su turismo. De hecho, hace tan solo unos días, los agentes de movilidad realizaban hasta 12 denuncias de coches mal estacionados, y la grúa municipal realizaba ocho arrastres. «Es vergonzoso, a mí me multaron con 60 euros y, cuando llegamos al coche, no había ni una, ni dos, sino tres grúas llevándose coches», relató ayer a este diario uno de los afectados. «Siempre se ha aparcado ahí, y no ha habido problema».

De nada sirven los continuos avisos que han realizado los agentes, incluso en las redes sociales, donde cada semana se recuerda, con fotografía de la señal pertinente incluida, la prohibición de dejar el vehículo en los arcenes a lo largo de todo el camino.

Festivos como los domingos, o el pasado día 15, son los más problemáticos al ser los días que mayor afluencia de ilicitanos y turistas a las playas. Las críticas de los usuarios pasan también por ahí, porque el mayor control y sanciones ahuyente a turistas, a lo que la Policía Local recuerda que ser turista no da «carta blanca».

Otros visitantes señalan que, además de las sanciones, debería invertirse en mejorar los aparcamientos en los alrededores, ya que en días de mucha afluencia las plazas no dan para cubrir la demanda. En el Carabassí existen varios descampados a lo largo de las playas. Muy cerca está el de Arenales, justo en el límite entre esta playa y el Carabassí, aunque se quedan cortos.

Perros

Además de las sanciones por los aparcamientos, la unidad Turística de la Policía Local también ha interpuesto varias sanciones por la tenencia de mascotas en las playas de Elche. La presencia de perros y otros animales de compañía está prohibida en todo el litoral ilicitano. Desde el equipo de gobierno ya trataron desde el año pasado instaurar una zona donde pudieran acceder las mascotas, pero el proyecto quedó en tierra de nadie y nada más se sabe sobre si, ya de cara al año que viene, se habilitará una zona para animales.

Las críticas entre los usuarios tampoco han escapado a estas sanciones. Precisamente la playa del Carabassí, al ser una playa parcialmente naturista y apartada del núcleo urbano, registra la visita de muchas personas que no dudan en, pese a la prohibición, acudir con sus animales de compañía.

Los agentes también han advertido de dicha prohibición en sus redes sociales, aunque muchos hacen caso omiso a esas advertencias.

Por tanto, desde las fuerzas de seguridad hacen un llamamiento a cumplir las normas, por el disfrute de todos, y evitar este tipo de situaciones que acaban con pequeñas riñas entre los agentes y los usuarios de las playas, y que estos últimos se vayan con un mal sabor de boca de lo que debería ser un día de disfrute con familia y amigos.

Todo para que el número de sanciones no aumente en los próximos días, pues aún quedan cerca de dos semanas de campaña estival con masiva afluencia a las playas, destino de muchos ilicitanos y turistas para apurar sus vacaciones y disfrutar del sol y la playa para evadir el calor de agosto.