Informes de los diferentes cuerpos de Policía y seguridad aconsejan trasladar la barraca municipal, que en los últimos años se ha instalado en Candalix, debido a la falta de vías de evacuación que podría ocasionar problemas de cara a avalanchas o desalojos de emergencias. Por tanto, el Ayuntamiento trasladará el recinto festero a la UMH, como aconsejan los informes, tal y como adelantó ayer el edil de Fiestas, Pepe Pérez. Esta zona no está exenta de problemas, pues el tráfico de la avenida de la Universidad también podría ser un problema, por lo que el cambio de ubicación implicaría cortar y desviar el tránsito de vehículos en este punto.

El problema fundamental de Candalix no es el recinto en sí mismo, sino el hecho de que la cercanía entre la barraca municipal y el parque Jaume I, donde se concentran cada noche centenares de jóvenes en los botellones, masifica la zona y obstaculiza precisamente las vías de desalojo en caso de emergencias. Una situación que hizo temer especialmente a las fuerzas de seguridad en la Nit de la Roà, donde a esas aglomeraciones se sumaron las de Maestro Albéniz, con los locales sacando la música a la calle y los ilicitanos y visitantes taponando, por la gran afluencia, otra de las arterias principales de la zona. Una combinación que podría suponer una ratonera en caso de que fuese necesario un desalojo inminente.

Precisamente para estas fiestas, los agentes de la Policía Local recibieron una formación especial para actuar en caso de avalanchas, especialmente después de lo ocurrido en Sevilla la pasada Semana Santa. Y es que no es necesario pensar en grandes desgracias, sino que en muchas ocasiones una simple pelea o reyerta puede ocasionar estos problemas. Solo en la Nit de la Roà la policía Local intervino en 25 riñas y agresiones.

Este no será el único cambio de las fiestas de agosto de cara al año que viene. Desde el equipo de gobierno ya se manifestó el deseo de trasladar las mascletàs y sacarlas de su emplazamiento actual, en Traspalacio, para proteger la zona monumental y el Museo de Arqueológico y de Historia de Elche. Como prueba, este año se realizó una macletà en el Hort del Monjo, que no convenció a los espectadores, como era de esperar atendiendo a las opiniones que se sucedieron tras este anuncio. Así lo admitió ayer Pérez, quien señaló que el rechazo a esta ubicación ha sido «casi unánime».

Por tanto, la Concejalía estudiará ahora una nueva ubicación aunque todo apunta a que el Paseo de la Estación será el lugar escogido, ya que el Puente del Ferrocarril se ha descartado al ser necesario su uso para la Nit de l'Albà. Esto obligaría a cambiar también el Racò, ubicado actualmente en el Paseo de la Estación. Así, la zona gastronómica y centro neurálgico de las actividades diurnas de las fiestas se ubicaría a lo largo del Parque Municipal. Su montaje en Traspalacio también queda descartado por la Nit de l'Albà, que necesita hacer uso de ese espacio.

De esta forma las fiestas del próximo año supondrán dos cambios fundamentales en las celebraciones destacadas. Por un lado, en los conciertos que cada noche concentran a miles de jóvenes (la noche que actuó Mago de Oz se concentraron 4.000 personas), y las mascletàs, que reúnen a miles de personas para disfrutar del espectáculo pirotécnico. A falta de realizar los estudios necesarios, estas son las opciones que baraja el tripartito, y habrá que esperar a ver la acogida por parte de los ilicitanos. Lo que sí parece seguro es que el rechazo social a trasladar las mascletàs al Hort del Monjo ha hecho que se descarte esa opción, pese a que parecía determinante.

En cuanto a seguridad, el edil Pepe Pérez quiso agradecer la coordinación de los diferentes cuerpos de seguridad, que han trabajado de forma coordinada con los efectivos sanitarios y los funcionarios municipales para evitar incidentes de gravedad durante los 55 actos festeros que se celebraron desde el 7 de agosto.