­Pobladores y su Ágora Heliketana conforman el ente festero más entretenido, loco, diverso, hedonista y cultural de la ciudad. Es un compendio de todo el entretenimiento y la tradición más histórica que se puede encontrar durante las Fiestas de Elche. Son los festeros que más tiempo abren durante las fiestas de Elche y su recinto en la Rotonda Municipal se convierte en un lugar que acoge a todos aquellos que buscan unas fiestas alternativas en Elche.

Toda aquella persona que descubre el oasis festero en la Rotonda Municipal, repite y es que las actividades atraen a un gran número de público. Las mañanas y las tardes, el Ágora Heliketana se convierte en un refugio del que resulta difícil escapar. La música ochentera y noventera envuelve al público asistente a este espacio y transporta a los ilicitanos y visitantes a su faceta más hedonista . El hidromiel corre a raudales por las mesas, servida por la familia de Pobladores, cuya receta secreta aún es un misterio y, quizá la causa de que los visitantes enloquezca con la música y el buen ambiente creado y pidan a gritos algún baño refrescante e improvisado que hace las delicias de los moradores de Pobladores. Niños, mayores, adultos se mezclan en el centro del ágora, entre el escenario y las mesas para disfrutar del agua al ritmo de temazos y, a veces, con coreografía incluida.

Pobladores no cierra hasta las 2 de la madrugada. En toda su actividad cabe algo más que el disfrute «per se» y esta es su base histórica y cultural. Este año, además de los Juegos Olímpicos, las yincanas, el teatro infantil y las libaciones a la Dama de Elche, el ente cultural y festero ha trabajado sin descanso para elaborar tres obras de teatro con un gran éxito de público y que todo el mundo ha calificado de excelentes. Desde noviembre comienza el proceso de elección de las obras el tiempo para cerrar los guiones y el reparto de papeles para las obras. De febrero a agosto viene el momento más frenético de estos artistas que trabajan, ensayan y reescriben las obras que, con las comedias, como Lisístrata, permiten incluir gags nuevos creados entre muchas horas de ensayo y ataques de risa cómplices de sus integrantes. Con dramas como el de «Io, la ternera errante» los actores se implican emocionalmente de una manera impresionante. El sentimiento y la autenticidad convierte a Pobladores en el lugar más arropador de las fiestas.