La Palmera de la Virgen ha iluminado el cielo de Elche durante algo más de 25 segundos. El colofón final de la Nit de l'Albà ha acaparado las miradas de miles ilicitanos concentrados en las azoteas de los edificios para ser testigos de un espectáculo pirotécnico único gracias al disparo de 1.300 cohetones.

Con un radio de 250 metros, el broche de oro de la Alborada ha cautivado a una ciudad volcada con una de las citas más especiales de las fiestas patronales. Las luces de las viviendas del centro de la ciudad se han apagado cerca de las 12 de la noche y ha comenzado a sonar el Gloria Patri. Todas las miradas iban en la misma dirección, el campanario de la basílica de Santa María.

Antes, la Alborada ha llenado de color y de ruido la noche ilicitana. En total 64 cohetes han ensordecido a todo el público antes del momento cumbre. Además, 390 palmeras se han lanzado desde 37 puntos diferentes de la ciudad, de ellas 200 un centenar han sido de oropel y otras 90 de tronco.

Tras el Aromas Ilicitanos, la sandía es ahora la gran protagonista de los encuentros familiares en torno a una cita con la pólvora sin igual.