No faltan clásicos como la tortilla, los calamares o el pan con tomate y jamón. También están los establecimientos más sofisticados, que apuestan por las tapas de vanguardia. Y, por supuesto, el arroz, en sus múltiples variedades, está muy presente. Así como los postres y las bebidas de toda graduación, desde los refrescos hasta los mojitos. El racó gastronómico abrió sus puertas en el mediodía de ayer con una gran acogida por parte de los ilicitanos y de los visitantes que estas fechas han decidido acercarse hasta Elche para disfrutarse de sus fiestas patronales.

El termómetro ha dado una tregua los últimos días en Elche y no hace el calor tan sofocante de las últimas semanas. Este hecho contribuyó, a buen seguro, a que ayer se disfrutara de un gran ambiente en el estreno del racó gastronómico, demostrando también que Elche tiene mucha hambre de fiestas. La llevadera temperatura permitió que ayer, al menos, no se echara en falta el sistema de aspersores de agua que refrescaba el ambiente en las barras, y que el año pasado provocó mucha controversia.

Hasta 21 restaurantes ilicitanos participan este año en el racó gastronómico del Paseo de la Estación. «Es nuestra forma de darnos a conocer entre la población. Aquí ofrecemos los mejores productos para que luego se visiten nuestros locales», comentaba ayer un veterano camarero que empezó su jornada laboral a las 10 horas. Un par de horas más tarde, empezó a llegar el público al racó para adquirir sus tickets. Por 2,5 euros se puede disfrutar de una tapa y de una bebida, precios accesibles para la mayoría de los bolsillos que hacen de este lugar uno de los puntos de encuentro con más tirón durante las fiestas patronales.

El horario para el público es entre las 12 y las 16 horas y entre las 20 y las 24 horas y permanecerá abierto hasta el próximo día 15. Muchos de los que se acercaron ayer a su apertura, hicieron un parón a las 14 horas para disfrutar de la primera mascletà del concurso en el Palacio de Altamira y después regresaron a las barras para calmar su apetito.

En paralelo al racó gastronómico, ayer también abrió sus puertas el recinto de la UMH, que ofrece tapas solidarias a favor de la Asociación de familiares de Enfermos de Alzheimer y que es uno de los puntos de encuentro de muchos jóvenes universitarios, que aprovechan los días de fiesta para volver a Elche.