Los efectivos sanitarios y de Emergencias están atendiendo desde el lunes una decena de intoxicaciones etílicas cada noche, lo que se traduce en más de medio centenar de personas desde que comenzaron las fiestas. Un dato que es incluso más preocupante si se tiene en cuenta que el 80% de estas intervenciones sanitarias corresponden a menores de edad. Una situación que se repite cada año y que desde el Ayuntamiento de Elche se está tratando de erradicar con un férreo control por parte de la Policía Local que, sin embargo, no puede controlar la totalidad de los cientos de ilicitanos y visitantes que cada noche salen a las calles de Elche para realizar botellones, consumir bebidas alcohólicas en los recintos festeros o en los establecimientos de alrededor.

Estas cifras pertenecen a los días más flojos de las fiestas, en cuanto a afluencia, al tratarse de días laborables, pero la previsión es que esta cifra se duplique de cara al fin de semana cuando, además, tendrán lugar los días grandes de las fiestas de Elche, especialmente el lunes, Nit de la Roà, cuando la totalidad de la fiesta se traslada a la calle.

El Ayuntamiento de Elche le ha plantado cara a este modo de diversión que se da, principalmente, en los más jóvenes. Controlar su venta y su consumo es complicado. En muchas ocasiones la compra de botellas las realiza un amigo, conocido e incluso familiar mayor de 18 años, y la comparte después con el resto. Aun así, la Policía Local está extremando los controles que realiza desde hace meses una unidad específica de la Policía Local para frenar el consumo de alcohol especialmente entre los menores de edad y los más jóvenes.

La práctica totalidad de los casos de intoxicaciones etílicas se atienden en el punto sanitario que DYA ha instalado junto a la barraca municipal de Candalix. Además, durante la Roà, se instalará un segundo punto de atención sanitaria en el barrio de la Zapatillera, donde se concentran numerosas cábilas festeras, para atender otras emergencias que se deriven durante toda la noche.

El alcalde, Carlos González, hizo ayer un llamamiento a la concienciación tanto a los propios jóvenes como a las familias, para que inculquen sobre los peligros que conlleva conducir bajo los efectos de las bebidas alcohólicas. Un trabajo que, aunque en su mayoría debe desarrollarse en casa «desde los poderes públicos lo consideramos una prioridad, y seguiremos trabajando con las dos campañas que hemos impulsado, tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación». Aunque, por desgracias, aún queda mucho por hacer para erradicar esta costumbre que no solo se da en fiestas.