Bajo el título "Saborea el #aguaquenosune", el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura ha iniciado hoy en tierras ilicitanas una campaña para reivindicar la trascendencia de este trasvase, una iniciativa que se llevará a distintas localidades de la provincia, pero también a Murcia y Almería.

Durante lo que queda de verano se prolongará esta campaña que cuenta con animación, un photocall y degustaciones de diversos productos de lo que se conoce como la huerta de Europa. Precisamente, en esta primera parada esta mañana en la playa de Arenales del Sol, vecinos y turistas han podido saborear frutas y verduras. En total, se consumirán 25.000 kilos de estos productos en esta campaña donde se defiende la continuidad del trasvase para mantener la agricultura.

El presidente del Sindicato de Regantes, Lucas Jiménez, no ha querido perderse esta oportunidad para hacer un llamamiento a la solidaridad en cuanto a la cesión de caudales.

Riegos de Levante, a través de su presidente, Javier Berenguer, se ha implicado en esta iniciativa, reivindicativa de carácter amable, fresca y veraniega, para hacer llegar la importancia de que sin agua esta provincia no podría avanzar.

A la cita también, a pocos metros de la playa, han acudido también distintos representantes de partidos políticos de Elche, autoridades y representantes de las entidades de riego.

Según informaba recientemente F. J. Benito, los regantes del Tajo-Segura no pierden la esperanza y días atrás tenían previsto reunirse con sus homólogos de la Acequia Real del Júcar para tratar de buscar una solución a la falta de agua por el cierre del trasvase. «Estamos en un situación de precariedad absoluta y nos consta que en los embalse de Bellús y Tous existe una reserva de 22 hm?3; que en las próximas semanas se tendrán que verter al mar debido a que la ley de prevención de las riadas del otoño obliga a desembalsar agua para mantener un nivel de seguridad. Ese es el caudal que reclamamos», anunció José Andújar, vicepresidente del Acueducto Tajo-Segura y presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana.

El descenso de las reservas de agua en la cuenca del Júcar amenaza, sin embargo, con bloquear una de las últimas opciones que les quedan a los regantes del trasvase Tajo-Segura para obtener la cesión de unos 22 hm?3; de caudal de la Acequia Real del Júcar, algo que llevan negociando desde hace dos meses y que sigue parado porque, además, la cesión pondría en un brete al propio Ministerio de Agricultura, que sólo tiene previsto trasvasar este año 15 hm?3; al Vinalopó y mantiene bloqueado el convenio de este trasvase.

Una transferencia de caudales al Segura desde el Júcar dejaría sin argumentos al Gobierno y a la propia Acequia Real, que, por otro lado, hace varias semanas recibió un nueva inyección de 50 millones de euros para modernizar sus sistemas de riego. Mano abierta del mismo Ministerio que lleva ya cinco años sin reparar el embalse de San Diego, destinado a regular el agua del Júcar que llega a la provincia.

La falta de agua para riego en la provincia de Alicante, dada la delicada situación de la cabecera del Tajo, ha llevado a los agricultores que reciben los caudales del trasvase a buscar recursos de forma desesperada y, paradójicamente, en mayo iniciaron una negociación con la valenciana Acequia Real del Júcar, pese a que la cuenca, que tradicionalmente se ha negado a dar agua de calidad a Alicante (Júcar-Vinalopó), tampoco atraviesa por su mejor momento.