La temperatura ha caído en Elche diez grados con la entrada de una masa de aire polar que ha desplazado el calor sahariano que venía sufriendo la ciudad, al igual que el resto de la provincia y el territorio nacional. La lluvia sorprendió anoche a los ilicitanos y ha continuado muy ligeramente de madrugada, con lo que en el casco urbano tan solo se han llegado a registrar 0,6 litros de agua, según el geógrafo Vicente Bordonado.

Al contrario que en otras zonas de la provincia, en Elche la tormenta con aparato eléctrico llegó muy desgastada, y sin ocasionar ningún daño ni en la costa ni en el Camp d'Elx. En pedanía de Matola las precipitaciones fueron algo más intensas y se llegaron a acumular 7 litros de agua.

Mientras las lluvias han pasado prácticamente de largo, lo que sí que se ha notado más es la caída en picado del termómetro. Tanto es así, que según el geógrafo Vicente Bordonado, la máxima de hoy no superará los 27 grados. Esta pasada madrugada, la mínima llegó a caer hasta los 19 grados y es probable que hoy puedan caer hasta los 18 grados. Con todo ello, la jornada de hoy será más propia de un día primaveral que del verano.

Con todo ello, la previsión es que hasta las horas centrales del día predomine la nubosidad, de hecho, en las zonas del sur del término municipal están cruzando nubes con precipitaciones. A partir de la tarde, se espera una apertura y claros con tendencias a poco nubosos. Tal y como apunta el geógrafo ilicitano, la probabilidad de precipitaciones prácticamente ha desaparecido para los próximos días de fiestas.

El calor seguirá dando tregua hasta el sábado con temperaturas por debajo de los 30 grados y a partir del domingo, día 13 y Nit de l'Albà, la masa de aire cálido irá ganando terreno. Con ello, el 14 y el 15, las dos últimas jornadas de las fiestas patronales de la ciudad, las máximas llegarán ya a los 32 y 33 grados.

Inicio caluroso de las fiestas

Los ilicitanos y visitantes buscaban hasta el martes cualquier sombra para caminar acompañados de sombreros y abanicos para soportar como puede otra jornada de bochorno en Elche, donde miles de personas permanecían en la calle bien para asistir como público, bien como integrante de los actos festeros.

Elche afrontó el pasado domingo una jornada muy calurosa, en la que se alcanzaban temperaturas de hasta 37 grados, aunque la sensación térmica provocada por el bochorno fue de 40 grados. Las causas de esta sensación térmica tan elevada fueron: el aire tropical, el estado del mar mediterráneo, con una temperatura superior a los 28 grados, y la entrada de viento de componente marítimo, que hacía que la húmedad aumentara en torno al 70 por ciento