«Me liaron para participar y no sabía dónde me metía, pero dije que sí y no me arrepiento. El Alardo es una experiencia increíble, y ya estoy deseando que llegue el año que viene para revivirlo». Isabel Heredia, de la comparsa de Caballeros Templarios participó ayer por primera vez en el Alardo de la Asociación de Moros y Cristianos de Elche y abrió el espectáculo de arcabuces junto a sus compañeros de filà. Aún con los restos de pólvora en las manos y en la cara, a modo de pinturas de «guerra», la recién unida a la fiesta se reunía con el resto de comparsistas de grupo, tras acabar el acto, para refrescarse y celebrar el fin del evento que se vivió sin ningún daño humano o material.

El Alardo se ha afianzado por la mañana en Elche. Con la entrada en vigor de la nueva normativa, los festeros se han visto obligados a sacarse el permiso de armas para estas fiestas. La entidad ilicitana puso de su bolsillo el dinero que cuesta cada licencia armamentística. Este año, la participación de los festeros ha sido la mayor desde 2008, y ha sido una buena forma de celebrar el 40 aniversario de la Asociación Festera de Moros y Cristianos. El presidente de la asociación festera, José María Vera, hacía ayer un balance muy positivo de cómo transcurrió el acto en el que son protagonistas los arcabuceros y valoró que, dado el éxito conseguido este año en el que han sobrepasado los 125 participantes, de los que 115 han disparado y otras diez personas formaban parte de la logística o la organización, la agrupación fomentará que el Alardo se quede por la mañana.

En 2017 sigue aumentando la participación femenina y ya se va equiparando poco a poco a la de los hombres. Desde la agrupación festera sitúan la cifra en torno a un 60% de participación masculina y un 40% de mujeres, un porcentaje mayor al de 2016.

Los potentes disparos de arcabucería despertaron ayer a quienes habitan en el centro de la ciudad por un estruendo de arcabuces que también se dejó sentir en buena parte del municipio. Desde las 9 horas, más de un centenar de comparsistas tomaron parte en este impactante Alardo, que recrea la batalla entre las huestes moras y las escuadras cristianas.

La comparsa de Caballeros Templarios abrió la comitiva que llenó las calles de humo y pólvora desde la vía Juan Carlos I por Capitán Lagier hasta el Palacio de Altamira con un gran estruendo.

El desfile del Alardo transcurrió con alguna incidencia puntual en el tráfico. La Policía Local atendió en varios puntos los cortes de calles por algunos percances y quejas de conductores que se encontraron cerradas las vías habituales de paso en un día laborable y en hora punta matutina.