La apuesta por lo natural trae consigo técnicas que buscan sustituir la medicación por alternativas menos artificiales. Así, para favorecer la dilatación, en lugar de administrar oxitocina hay quien prefiere caminar, para que el movimiento y la gravedad surtan efecto, optar por otras técnicas de relajación, o emplear la pelota suiza. Los dos hospitales de la ciudad poseen numerosas alternativas para las mujeres que optan por otros métodos, con el fin de garantizar la confortabilidad de la paciente.

«En la medida de lo posible, tratamos de adaptarnos a todas las peticiones de las madres, siempre según nuestras infraestructuras. Recuerdo cuando trabajaba en Madrid, que teníamos en la zona de partos un pasillo que le llamábamos la Gran Vía, porque era muy largo y ahí las madres podían recorrerlo de arriba abajo. Aquí el paritorio es muy pequeño, no hay espacio, pero pueden pasear por la habitación, utilizar la pelota o las sillas de dilatación».

En el mundo de los partos, hay métodos para todos los gustos. Otra de las tendencias pasa por los partos en la piscina, ya que hay quien defiende que el bebé, al estar acostumbrado a un medio líquido, la transición es menos brusca al nacer en el agua. Un método complicado, caro y costoso de aplicar en un hospital público, por lo que, en estos casos más sofisticados, se recurre a clínicas privadas para dar a luz.

Otra de las técnicas que agradecen las madres y que sí se aplican en ambos hospitales, el «piel con piel», que consiste en que madre e hijo entren en contacto nada más nacer, para crear ese vínculo sentimental.