El malestar es cada vez mayor entre muchos de los vecinos del barrio de Altabix ante el aspecto que presenta la «plaza de la Pirámide», uno de los puntos de reunión de este enclave urbano al que cada tarde acuden muchos padres junto a sus hijos para pasar ratos de ocio al aire libre. Los residentes en esta popular zona denuncian que llevan ya muchos meses viendo cómo el área recreativa está cada vez más degradada, y que, en los últimos tiempos, la situación está yendo a mayores. Algunos de los vecinos hablan, incluso, de un cambio radical en el paisaje de este lugar.

Las quejas de muchos de los residentes se focalizan en el actual equipo de Gobierno, ya que, apuntan, que la situación en la «plaza de la Pirámide» ha ido a peor durante los últimos años, coincidiendo con el cambio en el Ayuntamiento. Su preocupación se centra en que, debido al deficiente estado que presenta la zona, los menores están expuestos a sufrir accidentes que pongan en peligro su integridad física, motivo por el que muchos padres prefieren buscar otras ubicaciones más seguras y que estén menos deterioradas.

La situación del enclave, conocido popularmente como la «plaza de la Pirámide» y situado entre las calles Clemente Gonzálves Valls y Gandhi de Altabix, desata dos quejas principales: la falta de limpieza y los actos vandálicos. Los vecinos culpan de la primera de ella al Ayuntamiento, mientras que de la segunda, hacen responsables a los grupos de jóvenes que se dan cita en este lugar cuando cae el sol y que permanecen en él hasta altas horas de la madrugada. El lugar, además, se queda muy oscuro por las noches porque las farolas no son encendidas.

«La limpieza brilla por su ausencia», lamentan algunos de los vecinos de la zona. Según sus quejas, hace tiempo que no ven ninguna máquina pasar por la plaza para retirar la suciedad que se acumula. «Antes lo hacían con frecuencia pero han desaparecido y ya no hemos vuelto a saber nada de ellas», añaden unos afectados que aseguran que las ramas se están amontonando y que algunos matojos están cerca de alcanzar el metro de altura.

Ante los actos vandálicos, reclaman una mayor presencia policial en la «plaza de la Pirámide». También expresan su malestar por el hecho de que no se repare nada de lo que se rompe, según ellos, durante los encuentros que se producen a lo largo de la madrugada. «Hay muchos bancos a los que les faltan piezas. Los hierros de sus estructuras están al descubierto y algún día tendremos que lamentar una tragedia mayor», cuentan los residentes en sus reivindicaciones.

Al margen de estos hierros que ponen en peligro la integridad de los menores, en la «plaza de la Pirámide» también hay otros bancos que no están anclados al suelo, papeleras que han sido arrancadas y no se han repuesto y pintadas que afean el entorno.