El estruendo de los aplausos en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Elche fue el mejor testigo de que la Escolanía aprobó ayer, con nota, la tradicional Prova de Veus que sirve para que los más pequeños calienten motores de cara a las representaciones del Misteri d'Elx, que tendrán lugar durante los próximos días. Una tradición que, aunque ha perdido su significado original, se mantiene hoy como recordatorio de lo que está por venir.

Y es que el origen de esta Prova de Veus radica en la presentación de los niños al Consell y servía como una especie de examen para determinar si estaban o no preparados para el día grande de La Festa. Hoy en día, los escolares llegan ya lo suficientemente preparados, por lo que sirve más como una pequeña muestra de su enorme potencial.

Familiares y amigos llenaron ayer un Salón de Plenos que un año más se quedó pequeño para escuchar las voces que dan vida al drama asuncionista. Los niños vencieron a los nervios e interpretaron cada una de las piezas de forma excepcional, lo que permitió hacerse una idea de la calidad de la Escolanía. Un acto que sirvió para ver en escena a la Virgen María, al Ángel de la Magrana y los personajes del Araceli y la Coronación. Tras la prueba, llegó el lado más emotivo cuando, una vez realizada la prueba, se procedió a otorgar los diplomas a los cerca de 15 miembros que abandonan la Escolanía este año. De esta forma, se inició la cuenta atrás para que, la próxima semana, se sucedan los ensayos y posterior representación del Misteri.