La Comunidad de Regantes de la Acequia Mayor del Pantano, que aglutina a 6.000 agricultores, necesita invertir cerca de 70.000 euros para rebajar la salinidad del agua de riego con el fin de poder aumentar la venta de caudal para el regadío del Camp d'Elx y recuperar ingresos que la puedan hacer autosuficiente económicamente. En los últimos dos años acumula 113.000 euros en pérdidas, según dio a conocer ayer su presidente, Emigdio Tormo, lo que la sitúa en «quiebra técnica». La comunidad se encuentra desarrollando el proyecto, que está en fase de estudio, para elevar la cota de riego y poder mezclar el agua que utiliza en la actualidad con otra de mayor calidad, con el fin de rebajar la salinidad de los 17 grados actuales a los cerca de ocho o nueve. Una inversión que tendrá que esperar al menos unos meses, debido a esa situación de pérdidas, pues el cerca del millón de euros de presupuesto que maneja la comunidad y que proviene de subvenciones de la UNESCO, la Generalitat o el Ministerio de Agricultura -la infraestructura es además un Bien de Interés Cultural-, además de la venta de agua, no es lo suficientemente alto.

Como primer paso a la recuperación de estas infraestructuras y su puesta en valor, la Acequia del Pantano recuperó ayer el apoyo de su institución más cercana, el Ayuntamiento de Elche. Tormo apuntó a que el anterior equipo de gobierno del PP no solo no prestó la ayuda necesaria sino que «trató de torpedear en todo lo que pudo» la gestión. Aunque evitó dar más detalles, Tormo dejó entrever que se trataría de asuntos personales a raíz de rencillas entre la alcaldesa, Mercedes Alonso, y la junta directiva. Esta recuperación de las relaciones con el Consistorio ilicitano se escenificó ayer con la firma de un convenio entre la comunidad de regantes y el edil de Urbanismo, el socialista José Manuel Sánchez, en el que el Ayuntamiento se compromete a invertir 5.335 euros para la reparación y reconstrucción de una trapa de registro situada a pie de presa, y que puede suponer un peligro para los viandantes. Esta trapa da a la antigua sala de máquinas del pantano, donde aún permanece, inactiva, maquinaria que data de 1912.

Otra de las actuaciones que financiará el Ayuntamiento será la la construcción de arquetas de registro en el trazado de la acequia, tanto en la zona del paraje del Aigua Dolça i Salà, bajo el yacimiento arqueológico de Caramoro hasta la autovía A-7. Los trabajos incluyen la limpieza y desbroce de esta zona y la reconstrucción de la bóveda de caja de la acequia en la zona de los Molinos del Céntim y de La Rambla.

Ampliación

El objetivo de la comunidad de regantes pasa por elevar la cota de riego para llegar a la zona de Torrellano y poder ofrecer el agua a los regantes de la parte alta de la ciudad. La mejora de la calidad del agua no solo beneficiará a la comunidad de regantes, que podrá aumentar los beneficios derivados de la venta del agua, sino también a los huertos de palmeras del centro de la ciudad, ya que «con mejor agua, todo ser vivo se alimenta mejor y se puede combatir mejor enfermedades y plagas como las del picudo rojo», apuntó Tormo, ya que la salinidad actual «está cerca de la del agua del mar», añadió.

Otro de los problemas a los que se enfrenta el agua de la Acequia Mayor del Pantano es que la elevada presencia de microorganismos y disoluciones en el agua impide su uso en los nuevos sistemas de regadío, como el riego por goteo, ya que pueden obstruir las conducciones, lo que les deja fuera de esos cultivos. Las obras financiadas por el Ayuntamiento comenzarán tras el verano y el convenio recoge un plazo de ejecución de tres meses. Para el resto de infraestructuras para mejorar la calidad del agua, habrá que esperar a que se concluya el estudio del proyecto y buscar financiación para que puedan ser una realidad.