Un ligero aumento de viviendas y la incorporación de recibos del año anterior ha permitido aumentar la previsión de los ingresos municipales por el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), que se ha puesto al cobro en periodo voluntario esta semana. Los vecinos que tienen la obligación de pagar el tributo, con el que el Ayuntamiento de Elche tiene previsto ingresar 56,5 millones de euros, tienen de plazo hasta el 6 de octubre. La previsión del año pasado era de 56,2 millones de euros, por lo que en esta campaña la recaudación aumentará en 300.000 euros.

Elche ha puesto al cobro un total de 199.376 recibos del Impuesto sobre Bienes Inmuebles desde el pasado día 24, que suponen un total de 56,5 millones de euros, un 34% de los ingresos corrientes del Ayuntamiento, según informó ayer la concejal de Hacienda, Ana Arabid.

La mayor parte de estos recibos son de contribución urbana, con un total de 190.253, por un montante de 53,2 millones de euros. Aquí se ha registrado un aumento de recibos al sumarse unas 250 viviendas. Los demás cantidades corresponden a contribuciones rústicas, por las que se ingresará 268.000 euros, y de características especiales.

No obstante, una cosa es la previsión, otra lo que se recauda al finalizar cada año, y otra lo que se consigue recaudar de impagos de años anteriores e imprevistos. De ahí, apuntó la titular de Hacienda, Ana Arabid, que «la cifra final sea distinta a la que tenemos prevista según el padrón de viviendas».

La previsión municipal es cobrar en el periodo voluntario entre el 90% y el 91% de los recibos. Los que no se abonen durante el periodo voluntario se pasarán al cobro por vía ejecutiva.

El recibo medio en Elche ronda los 300 euros, y este año el Ayuntamiento conserva la rebaja que aplicó el año pasado, cuando se pasó el coeficiente del 0,89 al 0,86. Una medida por la que se redujo la recaudación de este impuesto en más de dos millones de euros.