El Grupo Operativo de Extranjeros de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras está trabajando actualmente en la provincia con 55 casos de menores extranjeros no acompañados. En su mayoría, según explica el inspector Ignacio Fernández Molina, jefe de este grupo, son de origen magrebí y suelen llegar en patera al litoral.

Ante estos casos, el protocolo está muy definido. En primer lugar, se adoptan medidas asistenciales y de protección. Posteriormente, tras recabar toda la información posible, algo en muchas ocasiones complicado porque el niño no domina la lengua, está indocumentado y se ignora su verdadero país de procedencia, se comunica de inmediato a la Generalitat y a la Fiscalía del Menor. A partir de ahí, se ordena su repatriación o se autoriza su ingreso en un centro de acogida. «El protocolo de actuación es muy rápido», agrega Fernández Molina.

Por otro lado, Francisco Bernabeu recuerda que los menores de 14 años, nacionales o no, no tienen ninguna responsabilidad penal y que no es lo mismo cometer un delito cuando te faltan dos días para cumplir los 18 años, que cuando tienes 18 años y dos días. «Nos hemos encontrado con pandillas integradas por estos dos casos y la aplicación de las normas judiciales y administrativas han sido diferentes por la edad», apunta Bernabeu, quien señala que en la primera jornada de este curso de verano, el cuarto impulsado por el Centro Crímina de la UMH, se ha abordado la parte investigadora, científica y el marco legal en general, mientras que en la segunda se ha tratado la parte operativa, de intervención. Por ejemplo, se han visto desde programas de prevención e intervención en materia de justicia juvenil, hasta los menores en las oficinas de atención a las víctimas de delitos. En este curso se han dado cita unos 60 alumnos, sobre todo efectivos policiales y estudiantes universitarios, así como una quincena de expertos.