La Nit de l'Albà de 2017 será especial para la Pirotecnia Ferrández. La empresa familiar de Redován lanzará en Elche la Palmera de la Virgen, que cierra el espectáculo de la Nit de l'Albà Nit de l'Albàpor vigésimo quinta ocasión. Un cifra especial, en la que, como puede ser normal, no quieren defraudar al pueblo de Elche, que cada 13 de agosto mira al cielo para contemplar la belleza de una palmera que despierta las emociones como no hace ninguna otra.

«Es una gran responsabilidad», asegura Manuel Ferrández, uno de los cinco primos que está al frente de la pirotecnia a la que la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Elche le ha encargado el lanzamiento de la Palmera de la Virgen y del espectáculo de la Nit de l'Albà.

Para llegar a tiempo al lanzamiento los pirotécnicos se programan con mucha antelación. En los meses de invierno ya empiezan a preparar todos los cohetes y demás artefactos pirotécnicos que se lanzarán en Elche durante el 13 de agosto por la noche.

No obstante, y sin lugar a dudas, lo más especial, y el secreto mejor guardado, es la elaboración de los cohetones que conformarán la Palmeral de la Virgen. «Tiene que ser alta, muy luminosa, y que el material no pese mucho para que dure más tiempo en suspensión en el cielo mientras cae», apunta Manuel Ferrández.

La Palmera de la Virgen cuenta con unos cien kilos de pólvora que se reparten entre 1.080 cohetones imperiales, y cada año se intenta mejorar algún detalle, pero sin que pierda la esencia que la convierte en única. «No nos podemos arriesgar a grandes cambios», explican los pirotécnicos, que añaden que «como no es una palmera que se pueda probar, debido a su gran coste, las novedades se introducen poco a poco, aunque a veces ni se aprecien».

Este año los pirotécnicos están trabajando para que el color blanco de la palmera que representa a la Virgen de la Asunción, la Patrona de Elche, sea más homogéneo, que se aprecie la misma tonalidad en el centro y en los lados. «Veremos como sale», apunta Manuel Ferrández.

La intención es que la palmera se eleve entre 200 y 250 metros sobre el campanario de la basílica ilicitana de Santa María, y que dure en el cielo, iluminando la ciudad, entre 23 y 25 segundos, que es lo máximo que se puede conseguir, según explican, «tras muchos años de experiencia». Tantos como casi 25, aunque no son consecutivos.

Los cohetes que darán forma a la Palmera de la Virgen, al igual que el resto que se lanzará desde las terrazas durante la Nit de l'Albà son de elaboración tradicional. «Todo lo hacemos en nuestra pirotécnica de forma manual, es nuestro sello. En Elche no se lanza nada fabricado en China», explican los pirotécnicos.

Estos maestros artesanales destacan que el espectáculo de la Nit de l'Albà es especial. «No se trata del típico castillo de fuegos artificiales de unas fiestas. Es un espectáculo característico, y que no se hace ninguno igual en otro lugar», sostienen los expertos.

Es más, aseguran que gracias a la Nit de l'Albà se siguen fabricando cohetes en España. Un producto que cada vez se utiliza menos en los castillos de fuegos artificiales, por lo que los que los producen para el espectáculo ilicitano reciben encargos esporádicos de otras zonas de España, donde ya no hacen cohetes así.