Las piscinas públicas descubiertas repartidas por el casco urbano de Elche y su término municipal se han convertido, desde hace unas semanas, en el blanco de actos vandálicos de distinta índole que, fundamentalmente han afectado a las piscina de El Pla, a la del Parque Deportivo Emilio Villanueva y a la de El Altet. Ante esta circunstancia, la Concejalía de Deportes está estudiando las medidas a aplicar para evitar estos destrozos y el asalto a las piscinas cuando cierran sus puertas y cae la noche, entre las que se encuentran aumentar la seguridad e, incluso, subir la altura de las vallas de las piscinas.

Los destrozos del mobiliario de estas instalaciones deportivas se han venido generalizando desde la apertura oficial de sus puertas con motivo de la campaña de verano, el pasado 24 de junio, afectando a sombrillas, hamacas y toldos. Esto ha obligado al personal de las instalaciones a tener que recoger y guardar bajo llave este mobiliario cada día, una solución engorrosa pero efectiva imposible de aplicar para evitar otros desperfectos de consideración como los causados en la piscina de El Altet durante la noche del pasado domingo 9 de julio.

Según fuentes del Club Deportivo Altet, cuatro jóvenes saltaron por la pista de tenis y arrancaron un número importante de gresites de la piscina, esparciéndoles por el césped del recinto y el resto de la instalación. Además, rompieron la silla hidráulica existente para facilitar la entrada y salida de la piscina de las personas con movilidad reducida.

En este contexto, justo antes del inicio de temporada, unos vándalos entraron durante la noche de San Juan en la piscina del parque deportivo y desatornillaron la silla hidráulica, tal y como aseguran fuentes del área de Deportes, quienes denuncian que «es habitual que entren durante la noche para bañarse, beber y fumar, dejando restos de colillas y vidrios en la instalación». Esta práctica también se ha convertido en norma habitual en la piscina de El Pla, donde algunos gamberros saltan la verja durante la noche para bañarse, llegando a verter las hamacas sobre la propia piscina.

Ante esta ola de ataques contra las piscinas municipales, el concejal del área, Jesús Pareja, lamenta que «haya que destinar esfuerzos y dinero público en reparar estos actos vandálicos, en lugar de mejorar y ampliar las instalaciones y los servicios para la ciudad».

Personal de mantenimiento del Ayuntamiento ilicitano ya trabaja en reparar los desperfectos causados por estos actos vandálicos, aunque ayer la silla hidráulica de la piscina de El Altet seguía rota. Respecto a la colocación de los gresites arrancados, desde el área de Deportes aseguran que «no generan problemas de seguridad en los bañistas» y que podrían esperar a que pasara el verano para reponerlos en aras a no interrumpir el servicio de la piscina en verano.