La Ley de Costas sólo permite rehabilitar obras legales y modernizarlas, más aún tras la última modificación, indicaron ayer desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, para justificar la decisión adoptada con el proyecto del hotel de Arenales. Además, indicaron que la ley regula el régimen de las obras y demoliciones de las construcciones permitidas y no permitidas, todo ello con el límite que marca la prohibición de incrementar el volumen de lo edificado en la costa.

De esta forma, aunque admitieron que la empresa concesionaria, Princesol, estaba al corriente de este régimen, sostuvieron que «en la ejecución de las obras no se ha atenido ni a lo previsto en la legislación de Costas ni a las condiciones de la autorización otorgada, lo que fundamenta la resolución adoptada».

La paralización de las obras ya sentó como un jarro de agua fría para los colectivos de la pedanía costera, que tenían puestas sus esperanzas en el proyecto del hotel para que ayudase a reactivar la zona desde el punto de vista económico y turístico. Una esperanza que ahora, más que nunca, se desvanece.