«Unimos nuestra experiencia en el sector de la inmobiliaria para crear varias amigas una cooperativa de trabajo asociado», explica Tania Barrosa, una de las tres socias de una inmobiliaria que se puso en marcha hace escasos meses en la comarca cuando buscaban una fórmula de trabajo distinta a la tradicional, mientras Rosario Ortiz explica que «apostamos por una cooperativa agrícola para, entre varias personas dedicadas al cultivo, aumentar la oferta de productos».
Durante los últimos años, el ritmo de creación de cooperativas de trabajadores está en aumento, creciendo al orden del 3,7% anual. En Elche hay registradas unas 60 cooperativas, según las cuentas que maneja la Federación Valenciana de Empresas Cooperativas de Trabajo Asociado (Fevecta). Una cifra que sigue subiendo cada año y en todos los sectores económicos.
Se trata de una fórmula que a los emprendedores les resulta más accesible y que experimentó un auge a partir del año 2013, cuando se modificó la legislación para permitir la creación de cooperativas de trabajo asociado con dos personas. Antes el mínimo era de tres socios.
Una cooperativa es una empresa constituida por personas que se asocian libremente para la realización de actividades encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas y sociales, con estructura y funcionamiento democráticos, conforme a los principios cooperativos.
Además, y no menos importante, una cooperativa de trabajo asociado tiene por objeto proporcionar a sus socios puestos de trabajo, mediante su esfuerzo personal y directo, a través de la organización común de la producción de bienes o servicios para terceros. Es por ello que muchas personas optan por poner en marcha una cooperativa para contar con un puesto de trabajo, y que muchos de sus impulsores suelen ser personas desempleadas.
Los expertos apuntan a tres factores que sirven de reclamo para la constitución de una cooperativa de trabajo social. El primero son las ventajas fiscales, ya que, por ejemplo, tributan menos en el impuesto de sociedades.
Otra ventaja es que sus socios pueden escoger la opción de seguridad social que más se ajuste a sus intereses. A estos dos factores se une el hecho de que se trata de una actividad económica que tiene a su alcance un amplio abanico de ayudas públicas para fomentar su desarrollo.
Jesús Esteve, de Fevecta Alicante, destaca que «la opción de cooperativa es la que mejor amortiguó el efecto de la crisis en el tejido empresarial, ya que los socios siempre buscan una fórmula para mantener su puesto de trabajo».
En este sentido, un factor importante a tener en cuenta es que los trabajadores son al mismo tiempo propietarios y gestores de la cooperativa. Por eso existe mayor motivación e identificación con la empresa y su futuro.
En la provincia de Alicante existen actualmente una 600 cooperativas. Un sector que creció durante 2016 un 3,7% respecto del año anterior. Un amplio número de actividades que cuenta con 6.243 socios y trabajadores de cooperativas de trabajo. Además, desde Fevecta destacan que el 90% del empleo cooperativo es indefinido y de calidad, lo que contrasta con la alta temporalidad del resto de mercado laboral. En España, el 80% de las cooperativas son de trabajo asociado.
La fórmula de las cooperativas de trabajo asociado se abre a todos los sectores. En la provincia el 41% de las cooperativas se dedican al sector servicios. Además, hay cooperativas de trabajo asociado que se dedican a educación (4%), transportes (7%), industria (18%), construcción (15%), actividades comerciales (13%) y sector primario (3%).
