La necesaria actuación para rebajar los atascos y mejorar la seguridad vial en la carretera de Elche a Santa Pola empezará a ser visible a partir de octubre. Las obras para el desdoble de la CV-685 comenzarán tras el verano en el tramo entre la Vereda de Sendres y el inicio del tramo ya duplicado de acceso a la villa marinera. Así lo asegura el alcalde de Elche, Carlos González, quien destaca también que la adjudicación de las obras de este tramo, ya licitado, son inminentes a favor de la empresa escogida para llevar a cabo la adecuación del vial.

De este modo, y según el plan establecido por el Consell, que fija la duración de los trabajos en 18 meses, la primavera de 2019 debería ser el momento en el que los usuarios de este vial pudieran ver culminar las obras de prolongación de la duplicación de esta carretera de gran tránsito.

En concreto, según afirma el alcalde ilicitano, los trabajos se efectuarán en un área que comprende 1,1 kilómetros en la intersección con la CV-851 y la zona duplicada santapolera. Esta obra incorporará mejoras en las salidas hacia El Altet, al camino viejo de Santa Pola y hacia el sur de Elche. «La duplicación de calzadas llevará a una salida múltiple que resultará muy beneficiosa para sus usuarios», considera Carlos González. La CV-865 soporta diariamente el paso de más de 17.000 vehículos, siendo el desdoblamiento de esta vía una vieja reivindicación del municipio planteada en aras a mejorar la seguridad vial.

Según apunta el primer edil ilicitano, la realización de esta mejora relajará las retenciones en esta vía, especialmente en verano, y evitará que la duplicación ya establecida en Santa Pola se convierta en un cuello de botella tal y como viene siendo habitual en la época estival. Además, ya ha salido a concurso la redacción del proyecto para la segunda fase de las obras de este vial entre Elche y Santa Pola. En concreto, la segunda actuación se situará entre la Vereda de Sendres y la circunvalación de la Ronda Sur de Elche. De esta nueva obra, que comprenderá entre 7 y 8 kilómetros, hay un primer tramo que será prioritario, fijado entre la Vereda de Sendres y la que será la futura rotonda de Valverde, un tramo de una longitud de 1,5 kilómetros.

González cree que el Consell está actuando con «celeridad, compromiso y aportando facilidades» a la hora de acometer esta obra que, en realidad, debería haber comenzado en el año 2013. La propuesta era similar al desdoblamiento que ya se ejecutó en el tramo de la carretera incluido en el término municipal de Santa Pola, de 1,6 kilómetros, con un coste de casi 2 millones de euros e inaugurado en 2010. Este plan tiene previsto diseñar -en su totalidad- cinco tramos diferentes con el fin de resolver los problemas de seguridad en la vía.

La actuación completa ejecutará el desdoblamiento de la calzada existente, la cual pasará a tener dos calzadas de dos carriles cada una, separadas por una mediana de 1,20 metros de ancho, en la que va dispuesta la instalación de alumbrado, así como la reordenación de accesos. Para el resto de usuarios, peatones y ciclistas se ha previsto la sustitución de los carriles bici actuales por una acera de 2,50 metros de ancho en la margen derecha y un carril mixto ciclo-peatonal de 3,50 metros.