El centro de salud de Altabix aglutina enfados y quejas, pero también gratitud y agradecimiento. Malestar porque los propios usuarios consideran que hay cosas mejorables y que principalmente está saturado. Cariño porque muchos aseguran que muy buena parte de los profesionales, desde los administrativos hasta enfermeros o médicos que aquí trabajan, se preocupan y mucho por los pacientes. Pero una cara no empaña o lava la otra.

Purificación, esperando a ser vista por su médica, señala a una chica con un bebé recién nacido y asegura que tenía cita a las 9.30 horas. Finalmente entraba a las 11.23. «No hay derecho», sentencia. Purificación tiene varias historias que contar relacionadas con este centro de salud. Para empezar, indica que en junio le pidieron una ecografía y hasta octubre no podrán hacérsela.

Además, habla de descoordinación con los análisis: asegura que no le informaron de que era en el Hospital General donde le tenían que hacer una extracción de sangre y no en el centro de salud de Altabix. Tampoco de que precisaría de varias muestras a lo largo de dos horas. Para acabar de rematar el mareo, unos datos de su muestra no salían en el ordenador de su médico de cabecera, pero sí en otro servicio.

Por si fuera poco, también precisó hace poco rehabilitación de un pie. Pasaba el tiempo y no la llamaban, hasta que se enteró de que había faltado a su cita. El problema: que el sistema informático seguía guardando un número de teléfono antiguo, a pesar de que ella asegura que vino expresamente a comunicar el nuevo teléfono. Pero después de eso, y de advertirlo para que subsanaran el error, en una etiqueta volvía a salir el número incorrecto.

«Me tienen harta y me tienen amargada», afirma Purificación, que lleva tres cuartos de hora sentada al igual que otras personas para ser atendidas. «Si tienes cita a la una no te atienden hasta las tres», relata otra paciente no obstante sin indignación. La saturación y que los aseos «no están muy allá», son otras de las cuestiones que remarcan ambas.

María Teresa, por su parte, considera que es mucha la gente que acude aquí, pero que en líneas generales está bien, aunque coincide en señalar que es necesario hacer un nuevo centro de salud. «El teléfono va fatal. Te puedes pasar toda la mañana llamando y o no lo cogen porque no quieren, o porque están saturados», agrega.

Y es que en las dos zonas de atención al público suele haber unas siete personas tratando de agilizar al máximo las gestiones, las peticiones de cita y demás. «Yo lo veo bien. Me informan rápidamente y estoy contento», apunta por otro lado Pepe, mientras espera ser atendido en Enfermería.

Giovanni, con una dolencia en una pierna y aguardando para curas, considera que la infraestructura está «obsoleta». «Está viejo y a veces está muy saturado. Por lo demás ,la gente atiende bien», manifiesta, al tiempo que señala que es la segunda vez que precisa atención en este centro.

«Personalmente tengo mucha suerte porque me ha tocado un buen doctor», declara desde otro punto de este amplio centro de salud Isabel, quien, por otro lado, es contundente: «Está saturado y se ha quedado pequeño. Hace falta otro consultorio. Tiene ya muchos años, por aquí pasa mucha gente y está desgastado».

Este complejo es extenso, con dos zonas diferenciadas. Cuenta con buena climatización e iluminación, pero una de las cosas que llama la atención es cómo de desgastados están algunos asientos, lo que contrasta con algunas secciones en los que sí han sido sustituidos.

La propia Federación de Asociaciones de Vecinos Dama d´Elx se ha venido haciendo eco recientemente de problemas de desorganización de citas, ausencia de cartelería adecuada, así como de la saturación y desorganización en las extracciones de sangre, según su junta directiva, la cual remarca que el centro de salud de Altabix atiende a casi 44.000 pacientes, cuando la cifra no debería pasar de 25.000.

El Consell en principio tiene previsto construir un segundo centro en Altabix. La cuestión es cuándo será una realidad.