El regreso de muchos ilicitanos a la agricultura en los años de crisis y el correspondiente aumento de las superficies agrícolas apreciado en el Camp d'Elx conllevó un aumento de la demanda de temporeros en el municipio durante las temporadas de recogida de frutas y hortalizas, fundamentalmente. Sin embargo, con el repunte del sector de la construcción, «se está produciendo un trasvase del campo a la obra entre el perfil de inmigrantes que encontró refugio como temporero en la actividad agrícola», apunta José Antonio Larrosa. «La tasa de paro en la construcción está bajando y hay inmigrantes que regresan a un sector que consideran más goloso», desliza el director del departamento de Geografía Humana de la UA. Entre los colectivos asentados en la ciudad, y por norma general, los rumanos se dedican a la construcción y el sector servicios, los sudamericanos al sector terciario y los africanos a la construcción y la agricultura.