Aunque podría considerarse un auténtico «spoiler», cabe apuntar que los asistentes a la exposición «Silencio», que se inaugura el jueves en la sala temporal de Museo de Arte Contemporánea de Elche (MACE), se encontrarán un cartel con el siguiente mensaje: «Por favor, dejen aquí sus palabras». Y es que sobre esa necesidad imperiosa, tan occidental, de llenar todo de ideas, de palabras, de música... en definitiva, de ruido, gira la propuesta artística del creador francés y profesor de Dibujo de la Universidad de Salamanca Antonio Navarro, que traduce en una colección de más de 30 grabados y en una enorme instalación que beben de las antiguas y espirituales tradiciones chinas.

«Yo desarrollo un tipo de grabado a través de la técnica del carborundo, que me enseñó a dominar el catedrático de Dibujo de la Universidad de Salamanca, José Fuentes Esteve, que por cierto es de Torrellano. Mis obras, como las orientales, juegan con formas muy sencillas ligadas al estado zen o a lo que los japoneses llama el Ma, un concepto basado en que, a través de la pausa, del equilibrio entre ruido y silencio, se encuentra la verdadera energía. Los occidentales siempre hemos estado obsesionados con pintar todo el lienzo mientras que los orientales solo tratan de llenar una parte, para encontrar esa nivelación de fuerzas», describe Navarro, a la vez que considera que es algo que puede trasladarse a nuestra vida diaria. «En Europa o en Estados Unidos la gente siempre necesita tener algo en la cabeza. De ahí que sea tan importante disfrutar de esta exposición callado», añade el docente que, cuando solo tenía 20 años, recibió clases en El Hort del Xocolater del insigne Sixto Marco, del que se considera un auténtico discípulo.

No obstante, el viaje por estas figuras tan sintetizadas, que hacen referencia al aprendizaje y a los silencios entre formas que evocan incluso pentagramas musicales, también lo lleva a un terreno tridimensional. Con más de 100 kilos de carbón vegetal, el artista está construyendo una instalación a base de gigantescas hileras con pedazos de este material. Su objetivo es introducir a los visitantes dentro de uno de estos grabados, en los que la oscuridad convive, casi en perfecta armonía, con la claridad. En este caso, la de la sala de exposiciones.

La muestra, además, dispondrá de su propio sonido. Una música de meditación que ha compuesto, expresamente para esta cita, el alicantino José María Pastor. Asimismo, se han programado talleres de yoga que se realizarán en estas salas los martes del mes de julio. El psicólogo ilicitano José Manuel Cuenca propondrá, el viernes 7 de julio, una conferencia sobre el silencio y, el 14 de ese mismo mes, ofrecerá una introducción a la meditación zen. En septiembre, la concejalía de Cultura, que organiza esta exposición, tiene programado un concierto de cuencos tibetanos.

Antonio Navarro consiguió en 2009 una beca para pasar tres meses investigando en el centro Gualan Printmaking Base de la ciudad china de Shenzhen. «Desgraciadamente, allí, descubrí que China ya no era China. Todas esas tradiciones se habían perdido. El arte estaba más pervertido por la pintura hiperfigurativa comunista. El conocimiento no siempre te lo da el espacio o el contexto. A veces lo encuentras en tu propio viaje interior», dice este artista.