¿Por qué dar el paso?

Porque es una oportunidad de oro para los afiliados de Elche, que sientan que el partido tiene que ser sobre todo motivo de regeneración, unión y de transparencia, sin olvidar la participación. El afiliado quiere renovación y experiencia, transparencia, participación y unión y, si depende de la candidatura de Enriqueta Seller, esa unión se tendrá. Queremos un partido ganador que no confunda el adversario y que vea al compañero como amigo comprometido en la misma causa y eso mismo es lo que está esperando la militancia. Si somos capaces de aunar fuerzas, ganaremos las próximas elecciones municipales. Si nos quedamos en personalismos o en acuerdos convenientes, seguiremos cayendo en el abismo. No pretendo ser parte de la confrontación, sino de la solución. Estamos condenados a entendernos.

Mercedes Alonso y Pablo Ruz, por sus cargos públicos, han sido más visibles en los últimos años. ¿No cree que de los tres usted es la que parte con cierta desventaja?

La visibilidad a veces perjudica. El estar expuesto es a veces un demérito, porque la devaluación de los que están bajo los focos se puede hacer con una mayor crudeza. Quien entienda que por ser un cargo público tiene ventaja creo que yerra, y ese creo que ha sido el gran problema del PP en Elche a lo largo de todo este tiempo. El cargo público ha pensado que por el hecho de serlo tiene más razón que el propio afiliado, cuando realmente la voz de éste es la que responde cuando llega el momento de las elecciones. Esa exposición dentro del Consistorio también puede ser motivo de descrédito porque todos ellos han estado directamente relacionados con la pérdida de la Alcaldía, con los enfrentamientos internos del partido, y todo ello porque en su día llegaron a un acuerdo conveniente, a una unión pactada por intereses para poder obtener un puesto en el Ayuntamiento. Cuando cae un naipe, caen todos los demás, y se produce entonces un trasvase de las personas que apoyaban entonces a Alonso a Ruz, que son las mismas personas.

Está subrayando, por tanto, que parte de los que apoyaron entonces a Alonso y apoyan ahora a Ruz son exactamente los mismos...

Por un lado, hay que dejar completamente al margen los personalismos. Cuando uno actúa por interés personal posiblemente llega a acuerdos con otras personas también motivados por intereses personales. Eso supone que tales acuerdos se hayan podido materializar inicialmente en una esperanza para los afiliados y también para la ciudadanía, truncándose todos ellos cuando empiezan a producirse fugas a otros partidos o bajas, precisamente por el comportamiento poco transparente que había habido con relación a las cuotas de los afiliados del PP.

¿Qué lectura hace después de tantos años de aquella asamblea de 2012 tan convulsa?

Fue una gran lección porque sé exactamente hasta dónde puede llegar la ambición en contra de los propios afiliados. Tomo nota para no volver a reproducir jamás situaciones como las que allí se dieron a través de medidas que pretendemos impulsar, como crear un valedor del afiliado para vigilar las buenas prácticas del partido y para garantizar la participación por igual. También hay que establecer órganos de control más allá del tesorero, como es la figura de interventor.

Qué cree que pasó con las cuotas de la asamblea de 2012, una cuestión que aún colea...

Lo que pensamos los afiliados es lo que el informe de la Policía viene a arrojar y que son dos posibilidades: bien que hubo apropiación de esos fondos, bien que hubo simulación de pago de cuotas para obtener ventaja frente al adversario. En este momento existe un archivo provisional que ha sido motivo de recurso de apelación ante la Audiencia Provincial basado precisamente en ese informe policial. No entiende la militancia cómo todavía no se ha dado explicación interna de dónde está el dinero. Me consta que la presidenta manifiesta ignorancia al respecto, como también el secretario y el tesorero, pero lo cierto es que si ocurre en nuestra comunidad de propietarios seguramente le pondríamos cara y nombre a los responsables.

¿Por qué cree que en esta asamblea no se va a reeditar lo ocurrido en 2012?

Porque sigo siendo una de los cientos de militantes que sigue confiando en mi partido. Se han establecido mecanismos de control como la imposibilidad de hacer ingresos en una cuenta del PP de Elche. Existe una única cuenta cuya titularidad es del PP provincial y las cuotas se ingresan de forma nominativa. Pienso que la gran lección que la militancia dio a todos soportando la indignidad que suponía el negarle su participación es suficiente para que ahora no volvamos a defraudarles.

¿Cree que la pérdida de la Alcaldía fue culpa de Alonso o de la situación nacional del PP?

Creo que hay un reparto de culpas. Nos encontrábamos en horas bajas, la crisis afectó a muchas personas. Pero también es verdad que se produjo un factor totalmente inesperado para los afiliados: a los que habíamos dado la confianza en las urnas se portaron como auténticos desagradecidos con aquellos que habían estado luchando y habían permanecido en el partido contra viento y marea. Así se producen problemas de cierta opacidad, como la cuestión del Mercado, y, además, se produjo de manera muy torpe porque lo que le faltó al PP fue consenso. Pero, además, se abrió un proceso de disputas internas encarnizadas entre los propios concejales, hasta el punto de que dos de ellos tuvieron que salir de la junta de gobierno y luego se produjo la salida de Cristina Martínez, lo que dejó al Gobierno en minoría. Después, los enfrentamientos han sido continuos y llegan hasta hoy: Ruz y Alonso han vuelto a fracturar la propia estructura de los ediles del Partido Popular.

¿Qué opinión le merece el también aspirante Pablo Ruz?

Es cierto que tengo una relación mayor con Pablo Ruz. Me parece muy digno que quiera dar el paso, como me parecería que lo diera cualquier otra persona. Las conversaciones, que nadie ignora, entre nosotros han sido muy respetuosas. Al margen de ello, tenemos unas diferencias que están en su mano salvarlas para que podamos hacer ambos lo mejor para el partido sin excluir a nadie.

¿Por qué no hacer un frente común desde un principio con Ruz?

Odio los frentes comunes. Me parecen de república bananera. Es una mala praxis Yo estoy a favor de los acuerdos, no de las negociaciones como si esto se tratara de una empresa, no de pactos a la búlgara que no sean transparentes para los militantes. Sin embargo, sí estoy de acuerdo con que las conversaciones que tengamos, además de quedar establecidas negro sobre blanco, tengan una prioridad en objetivos, como, por ejemplo, evaluación de su responsabilidad como secretario general del partido o que explique por qué motivo no se ha dado participación a la afiliación utilizándoles únicamente para llenar autobuses o proponerles estar en mesas electorales. Además, queremos saber cuál es el grado de cumplimiento de los estatutos en materia de transparencia económica. Tampoco estamos dispuestos a hablar de reparto de cargos públicos, únicamente de orgánicos, puesto que la lista que encabezo no tiene otro interés que el de la regeneración del partido. Entendemos que una desunión sin duda perjudica al partido, pero una unión pactada por intereses lo destroza, como se ha visto en este pasado mandato.

Y, si gana Mercedes Alonso, ¿qué hará Enriqueta Seller?

Respetar.

¿E integrarse?

Depende de la voz de los afiliados. Nunca dejaré de ser afiliada del PP y el solo hecho de serlo ya es sinónimo de integración.

¿Qué plantea su proyecto?

Transparencia, lo que supone que haremos una auditoría de las cuentas desde 2011 hasta que la asociación popular dejó de llevar las mismas; vamos a proponer un código ético de buenas prácticas; crearemos una oficina económica, con interventor; y vamos a generar la figura del valedor del afiliado para establecer cauces de comunicación y vigilancia.

¿Se ve como alcaldesa?

No. Renuncio a ser alcaldesa. Quiero ser presidenta de mi partido. Creo que la contribución que tengo que tener ahora con mi partido es la de ayudar a regenerarlo desde la base. A Pablo Ruz le hemos propuesto que, si no tenía una respuesta satisfactoria de todos los afiliados, y a fin de mantener el buen nombre de nuestras siglas, llegar a un acuerdo en el que ni él ni yo lideráramos ninguna lista, sino una persona de consenso que no haya sido concejal ni formado parte de ese pasado tan nefasto. Estoy esperando respuesta.